El presidente Donald Trump abandonó ayer el hospital donde estaba internado para continuar con su tratamiento en la Casa Blanca y antes de partir se proclamó como "un héroe invencible" y pidió a los estadounidenses que "no tengan miedo" al coronavirus. Al llegar se mostró en un balcón sin barbijo. "¡Me siento muy bien! No le tengan miedo a la Covid. No dejen que les domine la vida. Desarrollamos, bajo el Gobierno de Trump, varias drogas y conocimiento excelentes. ¡Me siento mejor de lo que me sentía hace 20 años!", escribió el mandatario de 74 años en su cuenta de Twitter. Poco después, su equipo médico actualizó su estado de salud. "El presidente Trump no está fuera de peligro del todo, pero (…) no hay nada que estemos haciendo acá que no se pueda hacer en su residencia", donde será monitoreado permanentemente, explicó Sean Conley, el médico presidencial, frente a las cámaras de televisión. Junto a él, otro miembro del equipo médico, Sean Dooley, informó que el mandatario "no presenta ninguna dificultad respiratoria", mientras otro profesional del equipo, Brian Garibaldi, agregó que Trump "seguirá recibiendo las dosis del tratamiento en la Casa Blanca". Conley, además, aseguró que estiman que la ventana de tiempo en que un paciente como Trump podría contagiar a terceros es de 7 a 10 días.
En tanto, la primera dama, Melania Trump, quien se contagió junto al mandatario, contó por Twitter su mejoría. "Me siento bien y continuaré con el reposo en casa. Gracias al equipo médico y a todos los cuidadores. Mis oraciones siguen dirigidas para todos aquellos que están enfermos o que tienen algún familiar afectado por el virus", escribió.
Pero no todas fueron buenas noticias para el entorno de Trump. Su secretaria de prensa y principal vocera, Kayleigh McEnanny, informó por la misma red social que está contagiada. "Después de obtener varios resultados negativos todos los días desde el jueves, hoy di positiva de Covid-19, pese a no experimentar ningún síntoma. Ningún periodista, productor o miembro de la prensa fueron incluidos como contactos cercanos por la Unidad Médica de la Casa Blanca", aseguró la funcionaria, quien informó que iniciará "un proceso de cuarentena mientras trabaja remoto".
McEnanny volvió a decir que no tenía "ningún conocimiento del diagnóstico de Hope Hicks (la asesora de Trump que inició el contagio masivo en el entorno presidencial) antes de convocar a una conferencia de prensa en la Casa Blanca el jueves" pasado.
El mandatario fue hospitalizado el viernes por la noche tras dar positivo al coronavirus el jueves, una noticia que sacudió al país, no sólo por la cercanía de las elecciones, sino porque se trata de la nación más golpeada por la pandemia con más de 7,4 millones de casos y casi 210.000 muertes. A diferencia de la primera dama, que quedó aislada en la Casa Blanca, Trump fue trasladado por helicóptero al Centro Medio Walter Reed por presentar síntomas más intensos, lo que desató un clima de incertidumbre en Estados Unidos y una lluvia de saludos diplomáticos de líderes de todo el mundo, a sólo un mes de las elecciones de Estados Unidos. Los contagios de Trump, la primera dama, su asesora Hope Hicks y ahora la vocera presidencial no son los únicos que afectaron a la élite del poder en Estados Unidos en los últimos días. Al menos tres senadores dieron positivo para la Covid-19, lo que podría complicar la ratificación exprés que desea el Gobierno para su candidata a la Corte Suprema, una pulseada que Trump y los conservadores ven como crucial antes de disputar la reelección en las urnas en noviembre.
En tanto, el vicepresidente Mike Pence volvió a dar negativo y, por eso, confirmó su presencia en el debate de vicepresidentes de mañana en Utah, mientras que el candidato presidencial opositor, Joe Biden, también volvió a recibir un resultado negativo y continuará haciendo campaña.
La hija mayor del mandatario y su esposo, Ivanka Trump y Jared Kurshner, ambos asesores presidenciales, también dieron negativo.