El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó la conversación telefónica sostenida este viernes entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, "de casi una hora y media de duración" sobre Venezuela, Corea del Norte y China.

 

El servicio de prensa del Kremlin informó que la conversación se llevó a cabo por iniciativa de la parte estadounidense.

 

"Se conversó sobre las perspectivas de las relaciones bilaterales, enfocadas en la cooperación bilateral. Los Presidentes abogaron por desarrollar relaciones comerciales y de inversiones mutuamente provechosas", señaló el Kremlin en un comunicado.

 

Según el documento, "se confirmó la voluntad de ambas partes con el fin de incentivar el diálogo en diversas esferas, incluyendo los temas de la estabilidad estratégica".

 

El servicio de prensa comentó que Putin informó a Trump sobre los principales resultados de la reunión sostenida en Vladivostok el 25 de abril con el líder norcoreano Kim Jong-un, y subrayó que el cumplimiento por parte de Pyongyang debe recompensarse con pasos a su encuentro y reducción de las sanciones.

 

"Ambas partes destacaron la importancia del avance progresivo de la desnuclearización y la normalización a largo plazo en la península de Corea", señala el texto.

 

Además, los presidentes de los EEUU y Rusia abordaron la situación en Ucrania a la luz de las recientes elecciones presidenciales.

 

"Putin destacó que las nuevas autoridades de Kiev deben dar pasos reales para cumplir los acuerdos de Minsk, que son de importancia clave para solucionar el conflicto interno en Ucrania", afirmó el comunicado.

Durante el intercambio de opiniones sobre la situación en Venezuela, el presidente ruso afirmó que corresponde a los propios venezolanos definir el futuro de su país y señaló que la injerencia externa y los intentos de cambio de poder por la fuerza socavan las posibilidades de una solución política a la crisis.

 

"Las partes acordaron mantener los contactos a diversos niveles. Los jefes de Estado expresaron su satisfacción con la conversación que tuvo un carácter constructivo", concluyó el Kremlin.

 

Anteriormente la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, declaró a la prensa que ambos mandatarios abordaron la situación en Venezuela, Ucrania, Corea del Norte y un posible nuevo "acuerdo nuclear" que podría incluir a China.

 

Esta llamada telefónica se produjo mientras el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, visitaban el Pentágono para estudiar posibles opciones militares sobre Venezuela.Consultada al respecto, Sanders reiteró que "todas las opciones están sobre la mesa" ante la crisis política que vive el país suramericano. "El presidente va a hacer lo que se requiera si es necesario", subrayó.

 

El 1 de mayo el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, sostuvo una conversación telefónica con su colega de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, durante la cual subrayó que la intervención de ese país y de Cuba es "desestabilizadora" para Venezuela.

 

Durante la conversación, que tuvo lugar este miércoles, Pompeo aseguró, además, a Lavrov que tomó nota de su declaración de este martes, en la que el Ministerio de Exteriores de Rusia pedía renunciar a la violencia y apoyaba el retorno de la estabilidad y la prosperidad a Venezuela.

 

Por su parte, Lavrov advirtió al secretario de Estado de EEUU contra la continuación de "los pasos agresivos" en Venezuela. El jefe de la diplomacia rusa denunció, además, que "la injerencia de EEUU en los asuntos internos de un país soberano y las amenazas a sus dirigentes son una burda violación del derecho internacional".

 

Mientras la Administración de Donald Trump ha liderado el respaldo internacional a Guaidó, quien se proclamó presidente interino de Venezuela en enero pasado, Rusia se ha mantenido firme en su respaldo a Maduro, del que ha sido aliado desde su llegada al poder.

 

Sanders también detalló que Putin y Trump conversaron "muy brevemente" acerca de la conclusión de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016 para expresar su satisfacción por el hecho de que haya terminado.