Venía sonando como una versión hasta que lo confirmó el propio embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, en un portal digital: el Gobierno del vecino país renunció a su parte del crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el cual tenía como fin la construcción del Túnel de Agua Negra. Otro obstáculo y un nuevo baldazo de agua fría, dado que los trasandinos venían cuestionando el costo del megaproyecto por supuestas razones técnicas, pese a los diversos estudios que existen. Encima, no hubo una comunicación oficial hacia el Poder Ejecutivo argentino. El cimbronazo se sintió en San Juan y el ministro de Obras, Julio Ortiz Andino, dijo que "el tema se tiene que decidir a altos niveles", por lo que el "gobernador Sergio Uñac lo está hablando con el presidente Alberto Fernández" para hacer ese tipo de gestiones.
A fines de 2015, el BID aprobó un préstamo de 1.500 millones de dólares para financiar la construcción del túnel, por lo que cada país se comprometía a devolver el porcentaje del crédito de acuerdo a la parte de la obra que está en su respectivo territorio. Así, Argentina, que tiene la mayor extensión del túnel, reintegraría el 72 por ciento del monto, mientras que Chile, el 28 por ciento restante, según confirmó Ortiz Andino. De esa manera, el gobierno del presidente trasandino Sebastián Piñera renunció a esa parte del crédito, según confirmó el embajador Bielsa en un conversatorio que publicó el portal Región Binacional. Además, resaltó que el Gobierno del vecino país no le comunicó absolutamente nada a la administración de Fernández ni a la Región de Coquimbo, el lado chileno del túnel. Al ser consultado sobre cuándo se dio esa movida unilateral, el diplomático resaltó que "se produjo en un momento que no habla muy bien de la buena fe del que tomó la decisión, porque fue en el mismo momento en el cual se estaba yendo el presidente anterior y viniendo el nuevo presidente de la República Argentina. Es decir, en un momento de cambio administrativo". Además, indicó que los miembros de la Entidad Binacional Túnel de Agua Negra (Ebitan), unidad encargada de llevar adelante una hipotética licitación, se reunieron a fines del año pasado, Chile renunció al préstamo y no informaron absolutamente nada. De hecho, las autoridades trasandinas nunca designaron a los nuevos integrantes de dicho ente.
El ministro de Obras local dijo que la renuncia de Chile a su parte del crédito no implica que Argentina no pueda tomar la suya, lo que es clave debido a la actual crisis económica generada por el coronavirus, aunque se verá si el BID puede acceder a tal operatoria.
"Es una demostración más de no buscar la integración con Argentina", resaltó visiblemente molesto Ortiz Andino, quien, pese a todo, mostró cierta esperanza debido a que el intendente de Coquimbo, Pablo Herman, ha manifestado que la renuncia al financiamiento externo no implica dejar de lado la obra. No obstante, son apreciaciones frente a decisiones del Gobierno central chileno que van en sentido contrario, como la comisión de túneles, la que elaboró un informe que señalaba que el túnel costaba un 60 por ciento más, cuando, en realidad, incorporaba trabajos vinculados. "Fue el primer obstáculo", remarcó el ministro local, quien expresó, con respecto a la renuncia del crédito, que pueden estar buscando otra fuente de financiamiento. "No sabemos nada, no hay certeza, que nos digan sus razones, aunque vamos a seguir peleando por el túnel".
Idas y vueltas
En el proceso licitatorio del Túnel de Agua Negra, se llegó a realizar una precalificación de empresas y consorcios: participaron grupos de China, España, Rusia, Austria, de Argentina, Chile y Brasil, entre otros. Dicho paso quedó en la nada, ya que no se llamó a licitación por el freno que le impuso Chile a la megaobra.