Uber, el sistema que permite pedir un auto para transporte público a través del celular y ya generó polémica en Buenos Aires (donde llegó el año pasado) al igual que en las distintas zonas del mundo en el que funciona, anunció que este año arribará a Mendoza y aún se desconoce si más adelante buscará expandirse en la región.
Según informa el diario Los Andes, la compañía estadounidense invertirá US$ 50 millones allí y ya estaría buscando interesados en sumarse como prestadores del servicio. El anuncio lo hizo el viernes en Buenos Aires Rodrigo Arévalo, gerente general de Uber para la región, aunque la realidad es que la empresa no ha iniciado ningún tipo de trámite ante el gobierno provincial para empezar a operar aquí.
“Hoy no hay nada oficial de Uber con el Estado mendocino, ningún trámite. Son sólo rumores”, precisaron sin embargo a ese diario desde la Secretaría de Servicios Públicos de la provincia, aunque no dieron precisiones sobre qué ocurrirá si los autos de este sistema online de taxis empiezan a circular sin permiso por Mendoza. Si se tiene en cuenta que en Buenos Aires Uber nunca solicitó funcionar oficialmente y que, a pesar de eso, ya lleva un año operando allí, la falta de papeleo a nivel local no sorprende.
Es más, en abril de este año la justicia resolvió bloquear la aplicación para celulares por no estar autorizada, lo que no permite el uso de tarjetas como modo de pago (algo que resultaba ventajoso por una cuestión de seguridad). No obstante, los usuarios en Buenos Aires la siguen utilizando y abonan los viajes en efectivo. A simple vista, el panorama en Mendoza no sería distinto. Es que la crítica mayor está dada por la falta de marco legal para prever el funcionamiento de un sistema de transporte como el planteado por Uber.
En este sentido, desde Servicios Públicos se encargaron de remarcar que “hoy, como está la legislación, sería un (servicio) ‘trucho’ más porque no cumple con las condiciones que el transporte necesita para funcionar”.
Este punto es el que mayor malestar genera en el sector de propietarios de taxis, ya que significa una desventaja en cuanto al cumplimiento de controles y requisitos de seguridad. En una entrevista a Radio Jornada el sábado, Fernando Sáez, titular de Aprotam, explicó que ya se están “moviendo para que esta empresa trucha e ilegal no participe en Mendoza”.
De hecho, la situación ya genera preocupación entre los choferes de taxis, principalmente por el impacto que pueda tener el arribo de esta compañía en la demanda efectiva de pasajeros.
Cabe destacar que la app para celulares, que se descarga de modo gratuito en tiendas virtuales, fue creada en 2009 en Estados Unidos y ya funciona en más de 400 ciudades. En varias de ellas generó mucha polémica, incluida Buenos Aires, donde desembarcó en abril del año pasado y aún hoy es resistida por taxistas y hasta el gobierno porteño.
El sistema se basa en el carpooling (un sistema para compartir autos) pero que en este caso no es gratuito, sino que conecta a personas que precisan viajar con conductores particulares que se asocian a Uber y cobran por el servicio. De todas formas, las tarifas son más bajas que las de los taxis tradicionales y ese es uno de los puntos en los que la compañía basa su expansión.
Otra de las ventajas que publicita la compañía en su sitio web es que Uber no requiere el manejo de dinero efectivo, ya que se puede pagar con una tarjeta de crédito que se ingresa en la aplicación. En algunas ciudades también permite pagos en efectivo. “Cuando termines el viaje, te enviaremos el recibo por correo electrónico”, promete la compañía.