Un agente de la Policía admitió ayer haber actuado con negligencia el día que dos presos de la subcomisaría de la Villa Hipódromo, donde estaba destinado, en Rawson, le pidieron ir al baño y, al intentar regresarlos al calabozo sólo encerró a uno de ellos, sin percatarse que el otro jamás salió de los sanitarios y se quedó ahí hasta que vio la ocasión y se escapó. Hugo Iván Peñaloza Cruvelier tiene 28 años y al momento del hecho apenas llevaba 5 meses de antigüedad en la Fuerza. Ayer evitó un juicio común, porque a través de su defensora, María Noriega, acordó con el fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal César Recio (UFI de Delitos Especiales), un juicio abreviado por el delito de evasión culposa, es decir aquel cometido sin tener la intención de dejar que el reo escape. Como esa maniobra sólo se castiga con multa, se comprometió a cancelar el máximo de la pena, 15.000 pesos, antes del 10 de marzo próximo. La jueza de Garantías, Celia Maldonado, aceptó el acuerdo y condenó al policía, que está en libertad y sigue trabajando, dijeron fuentes policiales.

Todo pasó alrededor de las 23,30 del 3 de diciembre pasado. Según la investigación, a esa hora Martín Aníbal Fernández (preso por lesiones) y Maximiliano Esteban Pastrán Quiroga (detenido por daño agravado) le pidieron al calabocero ir al baño para higienizarse.

La facilitación culposa de una evasión sólo castiga con una pena que va de los 1.000 a los 15.000 pesos

Para eso fue necesario que el ahora condenado abriera el calabozo y permitiera que ambos detenidos salieran hasta los sanitarios que están en el mismo sector. Pero una vez en ese lugar -según la acusación- Fernández lo distrajo con un secador de piso y otro objeto, de manera que Peñaloza Cruvelier se confundió y no vio que el otro preso nunca regresó al calabozo y se quedó oculto en los baños.

El calabocero cerró las celdas convencido de que ambos detenidos estaban encerrados. Y los minutos que tardó en darse cuenta fueron aprovechados por Pastrán Quiroga para ganar un pasillo hasta un patio del fondo de la subcomisaría, donde trepó a unas motos y traspasó la medianera hasta el predio del Club Villa Hipódromo.

Enseguida se armó una intensa búsqueda del fugado, que culminó a las 3,50, cuando se entregó voluntariamente con su abogado, consta en la investigación.

La reconstrucción de cómo ocurrieron los hechos fue posible gracias al aporte de los videos de las cámaras de seguridad instaladas en el interior de la subcomisaría. Esas imágenes fueron las que comprometieron únicamente al calabocero.

Ayer, por lo bajo, hubo críticas hacia el actuar de los superiores del agente, porque consideraron que por su escasa antigüedad no debió haber sido derivado a la custodia de presos, una tarea que generalmente cumplen policías de mayor experiencia.

 

Dos policías, en jaque por otra evasión

Los policías Facundo Exequiel Ortiz y Maximiliano Leonel Bustos seguían ayer detenidos a la espera de la audiencia en la que el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y su equipo de colaboradores les imputarán formalmente el delito de facilitación de la evasión de tres presos ocurrida a las 13,10 del lunes pasado en la seccional 7ma de Pocito. Todo indica que Facundo Ceferino Vega Arroyo (21) y Darío Ezequiel Tapias (25) y Walter Ismael Romero (21) aprovecharon que el candado del calabozo no quedó bien asegurado, para abrir luego la puerta y fugarse. Cuatro horas después, todos habían sido recapturados.