Mario Enrique Vega (45) conducía un camión hidrogrúa Mercedes Benz de una subcontratista de Energía San Juan hacia el Este por Benavídez. Alrededor de las 9,30 de ayer, unos 250 metros al Este de Necochea, estacionó a un costado, esperó que pasara otro vehículo que circulaba en sentido contrario, giró y avanzó hacia el Norte para meterse a un depósito. Pero cuando cruzaba Benavídez de Sur a Norte, ocurrió lo inesperado. Detrás suyo, por Benavídez y también hacia el Este, transitaba un motociclista que resultó sorprendido por el camionero y que trató de esquivarlo con un volantazo y también con los frenos. Pero no pudo controlar su Motomel 150cc, cayó violentamente contra el asfalto y terminó arrastrándose con moto y todo hasta quedar debajo del camión. Las imágenes de una cámara de la empresa donde pretendía entrar Vega, muestran que, al parecer, el camión pudo aplastar al motociclista.

Se llamaba Mario Galleguillo ese motociclista. Era un albañil de 30 años, padre de dos chicos, que había pasado la noche con su novia y ejecutaba parte de su plan para ayer, su último día. Se suponía que iría hasta su casa en el Lote Hogar 11, en Chimbas, y luego a llevar en su moto a otro albañil que trabajaba para él. Pero ayer no llegó a su casa, aunque llevó al otro joven a la obra y volvía a la vivienda de su novia detrás de la fábrica de vidrio Cattorini, en Santa Lucía, para que lo acompañara a renovar su carnet de conducir, contó a este diario su pareja entre lágrimas.

El caso es investigado por la UFI de Delitos Especiales que coordina Iván Grassi con sus colaboradores Mariano Carrera, Pablo Orellano y Victoria Martín. En compañía de los peritos de Criminalística, recabaron las primeras evidencias y ordenaron el secuestro del video de seguridad para determinar con mayor precisión cómo ocurrieron los hechos. El camionero por el momento está detenido y en las próximas horas conocerá si deberá o no enfrentar una investigación como presunto autor de un homicidio culposo, es decir por haber violado su deber de cuidado al manejar un vehículo y causar una muerte sin tener esa intención.
