"¿Por qué no me dijeron que a mi papá lo mataron unos canas? ¿Por qué no me quieren decir la verdad? Ahora voy a entrar y quiero ver a esos que lo chocaron, hijos de p…". La tensión era máxima, porque el muchacho entró casi a las corridas a la seccional 13´, se paró a un costado del mostrador y con la voz bien elevada largó la amenaza, acompañado por otros cinco familiares, repartidos entre los que le tironeaban la ropa para frenarlo y los que lo vitoreaban. En ese momento dos policías mujeres que llenaban papeles se quedaron atónitas, y cuando reaccionaron se levantaron de inmediato para frenar la embestida. "Acá no puede pasar, le pido que espere afuera", le advirtió una de ellas.
"Nos hemos enterado por el diario que lo han chocado los milicos, a mí me han dicho lo que han querido, lo han querido tapar. Esos giles hijos de p… lo han matado como a un perro y se quieren lavar las manos entre ellos", dijo el joven a este diario, sin poder calmar la furia, mientras esperaba afuera de la comisaría que alguien saliera a dar explicaciones.
Su padre se llamaba Carlos Ernesto Escudero y le decían "Carloncho". Estaba casado, tenía 48 años, 9 hijos, vivía en la Villa Observatorio de Chimbas y se ganaba el pan trabajando para una constructora.
Ayer, y como hacía de lunes a viernes desde hacía un tiempo, se dirigía justamente a su lugar de trabajo, una escuela que están levantando en Pocito, cuando la desgracia se coló en su camino. Según fuentes policiales, ocurrió cerca de las 6.30, cuando la víctima transitaba en una Motomel 150 cc por Rastreador Calívar en dirección al Sur. A la altura de Comandante Cabot, en Rivadavia, impactó de frente contra una Chevrolet S-10 propiedad de la Policía de San Juan que conducía el sargento Darío Romero, numerario de la Brigada de Investigaciones Sur, que se encontraba de servicio, según fuentes judiciales.
Escudero llevaba el casco puesto pero el impacto fue tan violento que no resistió y falleció en el lugar, pese a los intentos de reanimación que practicaron en su cuerpo.
¿Qué pasó? Los investigadores dijeron que las pruebas recolectadas por Criminalística serán claves para determinar cuál de los conductores se cruzó de carril. La calzada a esa hora estaba mojada producto de la lluvia y no descartaban que eso haya incidido en el fatal desenlace.
Por lo pronto, por decisión judicial el sargento Romero quedó detenido, acusado de homicidio culposo (matar sin intención).
"Era una persona muy laburadora, era serio pero siempre estaba cuando alguien lo necesitaba. Esto destruye a toda la familia", concluyó Yanina, nuera de la víctima, totalmente resignada.