Un momento cálido. Tras la misa, el Papa sentó a su mesa a 11 habitantes de la Araucanía a los que agasajó con exquisiteces de la casa “Madre de Santa Cruz”. Después saludó a las monjas.

 

El papa Francisco almorzó ayer con 11 habitantes de la Araucanía, entre ellos ocho mapuches, tras la celebración de la misa en la que entre el público estuvo presente Juan Namuncurá, descendiente del beato argentino Ceferino Namuncurá, el Pontífice ofreció el almuerzo en la Casa “Madre de la Santa Cruz”, a unos 10 kilómetros del predio en el que dio la misa.

Los invitados a comer con el pontífice fueron ocho mapuches de distintas comunidades, una mujer víctima de la violencia rural, un colono de familia suiza-alemana y un inmigrante reciente, Garbens Saint Fort, llegado desde Haití. El menú con el que el obispo de Roma agasajó a sus invitados fue pan tostado, ragú de champiñones, carpaccio de pulpo con limón, queso grana padano y brusquetas; pinzas de jaiba con salsa golf; ossobuco con risotto, y leche asada de postre, informó su vocero Greg Burke a los medios que acompañan la gira por Chile.