Fotos: Gentileza Lic.Marisel Inojosa Bravo

Hay muchas especies de la flora autóctona muy conocidas, aunque a prima facie, es el algarrobo el más popular y uno de los que más bienes y servicios aporta al ecosistema. Es que por sus características biológicas beneficia los suelos secos, brinda frutos de alto valor nutricional, sin contar que históricamente su vaina ha sido utilizada con fines medicinales, y su madera para leña y fabricación de muebles u otros objetos que demandan materia prima de alta resistencia. Claro que estos dos últimos aspectos han incidido en la deforestación de gran parte de los algarrobales. Tanto es así que el último censo realizado por la Secretaría de Ambiente de la provincia en el marco del programa de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, indica que en el periodo comprendido entre el año 2010 y el 2016 hubo una disminución de 167.577 hectáreas de bosques nativos (en 2010 había 1.745.755 hectáreas contra 1.578.178 en 2016, aunque en la Dirección de Bosques no toma la diferencia con tanto rigor ya que en el último relevamiento se ajustó la metodología aplicada). Vale aclarar que este año se realiza la actualización. 

Todos los aspectos que rodean a esta gran pérdida de flora local, en la que el algarrobo tiene un rol protagónico ha sido y sigue siendo motivo de investigación, en este caso por un equipo de profesionales de la Universidad Nacional de San Juan, que promueve su uso sustentable y su cuidado para impedir el avance del desierto, y que además pueda ser utilizado por los pobladores rurales donde crece el árbol.

SUS USOS

El uso forestal, sin duda, ha sido uno de los más perjudiciales ya que por tratarse de una madera pesada de gran durabilidad, además de no necesitar estacionamiento, fue utilizada en exceso. Es excelente combustible -tanto para cocinar como calefaccionar-, y puede ser utilizada para la fabricación de muebles, parquet, carpintería, y también para la construcción de techos, paredes, cercos, y herramientas (cabos de anchadas, cuñas, entre otras). Sin duda todo eso ha incidido en la desaparición de parte del bosque nativo. "No sólo el algarrobo ha sido extraído si no también el retamo porque nuestros bosques nativos son mixtos y ambos tienen gran importancia forestal. Ahora ha sido reemplazado, por ejemplo en la infraestructura de los viñedos en los oasis, pero históricamente ha sido degradado por el uso como madera y como leña porque tiene gran capacidad calorífica. También con la llegada del ferrocarril se cortó mucho algarrobo para su uso en infraestructura. La verdad es que la degradación viene desde hace muchos años. A partir de ahí se comienza a tener noción de la importancia de estos árboles a lo que se sumó luego la ley nacional de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, y el algarrobo está contemplado en esa norma. Sin embargo muchas zonas de Jáchal, Valle Fértil, Caucete, entre otras con presencia histórica del algarrobo han sido muy deforestadas", indica la licenciada en Biología Marisel Inojosa Bravo, integrante del equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ, especializada en el estudio del algarrobo y sus usos. Además es integrante de la Secretaría de Ambiente de la provincia.

¿Por qué se deben cuidar los algarrobos?

Estos árboles son de gran importancia para las comunidades rurales y para todo el ecosistema debido a la función que cumplen en los suelos secos como el de la provincia. Al respecto, la profesional señala que "brindan numerosos bienes y servicios que nosotros llamamos servicios ecosistémicos que son los productos que nos sirven a las personas y que no son tangibles pero sí muy útiles en las zonas áridas. Los algarrobos se encargan de estructurar los sistemas por su capacidad de estar en contacto con las napas freáticas, y hay que recordar que donde hay bosques hay agua y donde hay agua hay bosques. Además retienen los suelos secos debido a que tienen las raíces a diferentes profundidades. A esto se suma que debajo de su copa se crean microclimas porque aportan materia orgánica donde pueden instalarse otras especies de distintos estratos que permiten el desarrollo de fauna nativa y de aves", señala la bióloga.

Estos no son los únicos beneficios del algarrobo teniendo en cuenta su importancia como polinizador porque es una especie de muy alto valor apícola, dando una miel fuerte y oscura. Además juega un papel importante por su abundancia y por florecer en una época del año en la que hay pocas flores, lo que permite que las abejas puedan comenzar antes su actividad aumentando significativamente la producción de miel.

En algunas zonas cumple la función de cortina forestal que frena el impacto del viento. Otro de los servicios que a primera vista parece menor, es que brinda sombra. "Esto es vital para zonas secas, sobre todo donde los pobladores tienen ganado y esta cumple un rol muy importante", agrega.

Como si fuera poco, su tronco segrega una especie de goma-resina que se utiliza, como la corteza, para teñir de diversos colores que van desde el rojizo al café-oscuro.

Debido a todas estas virtudes, es que debería ser cuidado por todos los habitantes de estas tierras (secas).

Actualmente, y a partir del ordenamiento territorial de los bosques nativos se realiza un inventario de la superficie de bosques nativos cada cinco años que permite determinar en qué condiciones están. Los trabajos de campo y las imágenes satelitales son fundamentales para crear una especie de semáforo, ya que cada zona está pintada de amarillo, verde y rojo para visualizar y determinar cuánto se ha perdido en cada caso y cuánto está en riesgo.

 

  • Un alimento potente

Existen dos variedades de algarrobo -blanco y negro-, ambos con mucha importancia en todo sentido. En la actualidad está "de moda", a pesar de ser una práctica antigua-, el uso de harina proveniente de la vaina del algarrobo negro. Las investigaciones indican que aporta gran cantidad de proteínas y tiene alto valor energético, dos aspectos que lo convierten en un producto muy elegido.

Su fruto es usado por los pobladores en la elaboración del patay (alfajor de harina), aloja (bebida alcohólica) y añapa (bebida no alcohólica). También es forrajero, es decir que sus frutos son consumidos por el ganado y la fauna silvestre, que contribuyen a su dispersión.

La pulpa amarilla contenida en las vainas tiene cierto sabor a chocolate y puede usarse como sustituto del cacao. La primera diferencia entre ambos alimentos es que la algarroba no contiene cafeína, ni ácido oxálico (es un compuesto que impide la absorción de calcio y hierro), pero sobre todo el chocolate es rico en grasas, en azúcares y es mucho más calórico que la harina de algarroba.

 

>> Estudios especializados

"El algarrobo es muy rico en proteínas y contiene entre sus propiedades vitaminas esenciales, así como antioxidantes y taninos que contienen ácido gálico, el cual es un potente antiséptico, antialérgico y antibacteriano natural", indica una de las partes de la investigación de profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ, titulada "Algarroba, alimento ancestral", realizada por Marisel Inojosa, Carolina Ordoñez, Susana Martínez de Escobar, Patricia Neira, Pedro Lucero y un completo equipo técnico.

Marisel Inojosa, licenciada en Biología, docente universitaria en la cátedra "Manejo integrado de bosques y pasturas" de la carrera mencionada, es una de las apasionadas por este árbol y sus usos, tanto que dedica gran parte de sus investigaciones para este fin.

"Nuestros sujetos de estudios son los bosques de las zonas secas que acá en la provincia no sólo están representados por el algarrobo sino también por el retamo y el quebracho. A partir de ahí comencé una maestría vinculada a zonas áridas y está orientada a dar herramientas y marcos teóricos y metodológicos para abordar el estudio de recursos naturales de las zonas secas. Comencé a trabajar con el algarrobo -a pesar de que está muy estudiado desde la biología-, pero hay una parte importante que es la referida a los usos que tiene el algarrobo, los bienes y servicios que presta a la sociedad, especialmente a las comunidades rurales donde se encuentra", relata.

La especialista asegura que es de vital importancia su cuidado, aunque también comprende que "no se conserva o cuida lo que uno no conoce", por lo que divulgación es lo que permitirá conocer su valor. "Debemos saber que si visitamos áreas naturales no debemos prender fuego cerca porque los incendios están latentes en zonas tan secas. Valorizarlos desde la belleza paisajística que otorgan hasta los servicios que le brinda al hombre", señala Marisel.

 

  • Usos medicinales

Históricamente, el fruto del algarrobo ha sido usado con fines medicinales, como por ejemplo la resina del algarrobo está especialmente indicada para combatir el asma, la blenorragia, la cistitis, la laringitis, la indigestión y es un magnífico agente expectorante.

Del mismo modo las hojas poseen propiedades antiinflamatorias por lo que se usa para la preparación de cataplasma para dolor muscular, en los golpes o dolor de huesos por caídas.

A eso se suman las propiedades antidiarreicas y astringentes a partir de su pulpa ya que esta posee la propiedad de absorber las toxinas del conducto digestivo.

 

FUENTES
>> "Algarroba, alimento ancestral", investigación de profesionales de Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ.
>> Licenciada en Biología Marisel Inojosa Bravo
Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable