Y un día, en medio de la pandemia, San Juan volvió a ser escenario nacional. Y un día que parecía lejano, inesperado, imposible, tuvo en el Bicentenario a las semifinales de la Copa de la Liga Profesional, dejando abierta la puerta para la cita del viernes cuando el fútbol de Argentina consagre nuevo campeón, nada más ni nada menos. Una jornada histórica que tuvo en cancha a los mejores cuatro del torneo local, siendo nada menos que tres de ellos parte de los cinco "grandes" del país: Boca, Racing e Independiente.
No era sencilla la historia. En esta nueva normalidad, San Juan aparecía con el desafío de poner en cancha dos partidos definitorios, sin gente, con todos los cuidados, con los protocolos a flor de piel en cada uno de los sectores. Nada sencillo, nada fácil, más aún en tiempos donde la provincia se tutea con los récords de más casos de contagios por el coronavirus. Aunque finalmente, la historia se concretó.
El campeón de la Copa de la Liga el próximo viernes disputará la Libertadores 2022.
Con la organización impecable, cuidando desde primeras horas de la mañana la realización de los tests para aquellos que ingresaran al estadio, las acreditaciones, las ubicaciones, la llegada de los planteles y después, adentro de la cancha. Con un estadio Bicentenario impecable más allá de las criticas algo exageradas al campo de juego, pero con todas las instalaciones relucientes.
Y claro, con el sol a tope, llegó el primer capítulo entre Boca y Racing, que se volvieron a topar en San Juan después de 9 años y ahora, sin ese marco que le pone su gente y sus hinchadas que deben ser de las más resonantes de Argentina, la primera alegría fue de la Academia. Todo lo contrario a lo de aquel 2012 cuando definiendo la primera edición de la Copa Argentina fue toda la alegría para el xeneize.
En el lunes fue en los penales para el club de Avellaneda y así entrar a la gran cita del viernes, con la euforia de saber que para Racing todo es difícil siempre. Se quedó en el camino Boca con el recuerdo fresco de haberse coronado ganador de la Copa Maradona apenas en enero pasado, también sin público y con el Bicentenario de escenografía gigantesca para otra estrella del club.
Llegó luego el cruce entre dos equipos de buen pie como el Independiente de Falcioni y el Colón del Pulga Rodríguez. Entonces, ya en la noche fresca pocitana, el Sabalero escribió otra página dorada al imponerse al Rojo y dejar en la nada el duelo de Avellaneda con el título en disputa. Ni más ni menos, un condimento extra que podría haberse dado el viernes, pero que no será.
El segundo plato fuerte del lunes fue otra semifinal del máximo torneo de Argentina para el mundo y desde San Juan. Casi nada. No le faltaron atractivos pese a esa inmensa soledad que transmite el coloso de Pocito, sin la gente, la gran ausente.
Pero el Bicentenario sigue escribiendo su historia. Con 10 años y tres meses de edad, entró para ser parte de la agenda nacional nuevamente y con un posible partido de la Selección de Messi por Eliminatorias en la mira cercana.
Sin que le falte nada desde lo organizativo, en un momento en el que la pandemia jaquea todo lo que se pueda pensar y diagramar. Pasó otra prueba de fuego y así como pasó con la selección, con Boca, con River, con San Martín, con Desamparados, en Pocito todo estuvo a la altura de lo que el fútbol necesita.
La gente, que hoy divaga en los temores de este asesino silencioso llamado covid, fue tal vez la gran ausente. Ya vendrán esos buenos viejos tiempos para estar todos copando el Bicentenario. Hoy, San Juan asumió el desafío y lo superó con el corazón como ofrenda para que el fútbol de Argentina sepa que el Bicentenario siempre está. El viernes, será otra cita de honor. Hecha a su medida. Una jornada que seguramente se guardará por mucho tiempo para cada uno de sus protagonistas. A disfrutarla…
Una constante
Las semifinales de la Copa de la Liga Profesional volvieron a demostrar cómo los equipos muchas veces se inclinan por definir su destino en los penales. De hecho, el triunfo de Colón 2-0 sobre Independiente fue el único encuentro que se definió en los 90" entre los Cuartos de final y las Semifinales. Una muestra de lo parejo que son los mano a mano.