Desde la apertura ya se pudo percibir que el evento sería una puesta en escena donde la algarabía y el ritmo serían las estrellas principales. Fue en el Carrusel de la Fiesta Nacional del Sol que se realizó anoche en el corsódromo de la Costanera ante una multitud de espectadores. Y fueron los miles de artistas que actuaron entre carruaje y carruaje los encargados de que este desfile fuera una propuesta que se llevó la ovación del público.
Hoy, a las 22, será el espectáculo final de la FNS, en el escenario San Juan. Y el Loco Amato cerrará los shows.
Al principio los espectadores se mostraron disconformes por la demora en el inicio del desfile, y lo hicieron sentir con palmas y silbidos. Es que estaban ansiosos por el ver Carrusel, tras dos años sin poder hacerlo por la pandemia. Pero, el malestar de la gente desapareció ni bien asomó el primer carruaje que encendió la algarabía.
El carruaje de Turismo fue el que abrió el desfile con un grupo de artistas vestidos de azul y plateado y que bailaron desde un rap hasta música electrónica y cumbia, lo que encendió el entusiasmo de los espectadores que acompañaron su paso con palmas.
A medida que avanzó el desfile aumentó el entusiasmo popular, ya que la propuesta brilló también por la diversidad y la inclusión. Los séquitos, además de mostrar distintos tipos de coreografías al ritmo de diferentes ritmos musicales, incluyeron la actuación de niños, de adultos mayores, de chicos con discapacidad y drag queen que atrajeron todas las miradas por el glamour de sus trajes.
Pero, la diversidad también estuvo presente en la temática. Tantos los carruajes como los artistas que los acompañaron mostraron juegos tradicionales, comidas regionales, leyendas, acrobacias y bailes típicos, todos acompañados por música compuesta especialmente por la ocasión.
El desfile, además, tuvo un clima de mundial. Hizo su paso una Copa del Mundo gigante y, entre carro y carro, sonó la canción "Muchachos".