En la naturaleza las plantas crecen espontáneamente, adaptándose al lugar, clima, suelo, luz y desarrollan un crecimiento sin que sea necesaria la poda. Por lo tanto, la primera pregunta que debemos plantearnos es por qué podamos ya que las plantas en su hábitat natural no necesitan poda. Siempre debemos tener en cuenta si hay posibilidad de no podar. Nuestra actitud como aficionados a la jardinería no debe ser impulsiva y mecánica, sino que nunca se nos debe olvidar que las plantas son seres vivos y que sin nosotros crecen estupendamente. Sin embargo, hay unas nociones y situaciones particulares que hacen que la poda sea necesaria. Consideraciones necesarias de acuerdo a la especie.

La Poda de Arbustos
La poda apropiada para los arbustos es una obra de arte que no va parecer que fue podada. Los cortes realizados en la poda deben permanecer dentro de la planta cubiertas por los remanentes de las hojas. El primer paso en la poda de un arbusto es el remover todas las ramas muertas, enfermas o heridas. Remueve las ramas que se cruzan o se tocan unas con otras y elimina las ramas que se vean fuera de lugar. Si el arbusto sigue muy denso o grande, remueve algunas de las ramas más viejas.
¿Cómo Podar?
Cuando los arbustos son podados cortando las ramas completas o simplemente las puntas, va crear mayor densidad al promover nuevos brotes cerca de la parte más lejana de la copa. Como resultado, menos luz entrara al interior del arbusto, las hojas en la copa escasearan y la planta lucirá mal. Para evitar este problema, corte los brotes del arbusto a diferentes distancias. Cuando haga el corte, hazlo lo más limpio posible cerca de un brote saludable. El brote debe mirar hacia la dirección preferida para el nuevo crecimiento. El adelgazamiento o corte de ramas seleccionadas cerca del tronco principal es usualmente preferido. El adelgazamiento promueve el crecimiento nuevo entre las partes interiores del arbusto, reduce el tamaño y nos provee una planta más densa y atractiva.
Poda de Renovación
A veces cometemos el error de plantar arbustos muy juntos o que obstruyen estructuras. Al madurar el arbusto toma dimensiones grandes que afectan a las plantas cercanas, esto hace que se vea fuera de lugar. Es cuando se necesita una poda severa, llamada poda de renovación. Significa cortar la planta hasta reducir la planta. En este instante, la sincronización es más importante que la técnica. El mejor tiempo para la poda de renovación es antes de la primavera. Si realizas esta poda a finales del otoño o a mediados del invierno vas a promover el crecimiento de nuevos brotes que no van a resistir el frio. Una alternativa a esta poda drástica es que dividas la remoción de vegetación en tres años. En la primera poda, remueve un tercio de las ramas viejas o maduras. Para el año siguiente, elimine la mitad de las ramas viejas o maduras que se quedaron de las ves anterior y corte hacia atrás los brotes que nacieron de la poda anterior. Para la tercera poda, remueve los remanentes de las ramas viejas o maduras y corte hacia atrás o hacia el tronco los nuevos brotes.

Poda de cercos
Los cercos son plantas que se utilizan para crear privacidad. Por esta razón, se debe comenzar a podar las plantas cuando están jóvenes, para promover un hábito de crecimiento compacto. Este procedimiento es llamado corte hacia atrás, donde las ramas son reducidas en tamaño promoviendo la producción de nuevos brotes debajo del corte. Pode las puntas de los brotes nuevos durante la temporada de crecimiento para promover la producción de ramas.

Poda de los rosales
El rosal es una planta leñosa y de noble comportamiento en nuestro suelo, por eso nos deleita con su prologada floración a partir de octubre. Pero su fecha de poda es a partir del 9 de julio. Antes de tomar las tijeras hay que tener presente algunas recomendaciones, por ejemplo, no debe correr viento zonda, las horas frío necesarias son entre 700 a 800 hs. La poda del rosal tiene por objetivo dar simetría a su porte. Por lo tanto, debemos erradicar desde la base las ramas de madera vieja, ramas secas, débiles o enfermas que no tienen futuro y provocar nuevos brotes. Así se evita el ramaje que se entrecruza y el aire puede circular libremente. De esta manera logramos rejuvenecer la planta, un crecimiento y desarrollo armónico capaz de provocar abundante floración y una buena sanidad. Lo primero que tenemos en cuenta es el crecimiento o desarrollo de la planta durante el transcurso del año. La planta no debe recibir bajo ningún concepto con una poda drástica. Antes de efectuar el corte debemos estudiarlo con detenimiento, así sabremos dónde realizarlo, ya que es una herida que efectuamos. Lo primero que tenemos en cuenta es el crecimiento o desarrollo de la planta durante el transcurso del año. Estudiar su ubicación, el suelo, enfermedades, y su finalidad ornamental dentro del jardín. De este modo podremos saber cómo tratarlo en la poda. La planta no debe recibir bajo ningún concepto con una poda drástica. Además de estos elementos a tener presente debemos saber qué variedad de rosal es, ya que no todos se tratan de igual modo. Las herramientas de poda deben ser las adecuadas, estar desinfectadas y el corte debe ser a bisel (en forma inclinada) a 1cm. de la yema, debe ser neto para no dañar la rama, a 45¦ del lado opuesto a la yema. Terminada la poda se levantan todas las ramas y se limpia bien el lugar. Una vez terminada la poda se deben lavar y desinfectar todas las herramientas con agua y lavandina. Posteriormente se procede a la desinfección de los rosales y del suelo. Colocar en una mochila (capacidad 20L) agua tibia, 50cm. cúbicos de aceite emulsionable o Natural Oil (este compuesto cumple la función de adherir) y 50cm. cúbicos de insecticida. Dicha preparación se mezcla bien y se fumiga todo. La poda de un rosal tiene el siguiente objetivo el rejuvenecimiento, la formación de la planta, un crecimiento energético y correcto, salud y longevidad, abundancia de flores.
Poda según la variedad del rosal
* Un rosal trepador Después de limpiar y despuntarlo hasta que la rama tenga grosor de un lápiz; amarrarlo con hilo plástico horizontalmente o en forma de abanico.
* Para las híbridas de té y grandiflora: Limpieza y dar forma de vaso al rosal sacando ramas que se entrecruzan, dejando el centro libre.
* Para las floribundas y polyanthas: necesitan una poda de limpieza y un pequeño raleo. Se dejan los tallos más altos para su floración en ramilletes.
* Para las miniaturas: se les hace una poda ligera, de limpieza, y como florecen casi todo el año es conveniente ir quitando las flores marchitas.
* Para las arbustivas: Ya que su crecimiento es muy vigoroso es conveniente cortar la tercera parte de los tallos y si son muchos dar buena forma para un desarrollo armónico
* Arbustivas inglesas: Según su creador David Austin estos rosales tienen crecimiento diverso y la poda por lo tanto en cada caso es distinta. La técnica para ellos es hacer un balance de toda la planta y cortar un tercio si lo requiere; debemos respetar la forma armónica ya que por lo general lucen en jardines de rosas. Hay un rosal inglés, Francie Austin, de crecimiento muy caprichoso que no le gusta la poda para nada ya que su desarrollo es lento. Es un arbustito despatarrado y desprolijo. En su floración da unos ramilletes grandes abarrotados de rosas chiquitas blancas que lucen precioso en florero.
