La mirada tensa y fija en su blanco, la mano firme sosteniendo con fuerza la empuñadura del trabuco. Se siente la respiración agitada y por la conciencia de Alejandro se movilizan emociones enfrentadas. Pero al final, el panorama se aclara cuando gatilla para consumar el acto, para dar el tiro de gracia. Es un simple trabajador rural, pero está en el momento y lugar exacto, matando a un hombre. Todo se precipita y, sin quererlo, se convierte en el protagonista del crimen político que es recordado por el pueblo sanjuanino como "el asesinato a Amable Jones’. Historia grabada a fuego en la memoria popular, es llevada a la ficción por un grupo de estudiantes sanjuaninos de la carrera de cine, en un cortometraje titulado ‘Sunchos van’, narrado desde el punto de vista de ese peón rural. Esta producción forma parte de las primeras tesis propuestas para egresar de la Escuela de Experimentación y Realización Cinematográfica (conocida como Enerc de la Región Cuyo) que pertenece al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
En un proceso de selección previo -realizado en noviembre del año pasado- el jurado evaluador consideró a tres proyectos desarrollados por alumnos sanjuaninos de la primera camada, que están a punto de terminar la carrera y que deben defender y sostener las tesis en una instancia final, con la realización y proyección de dichos materiales audiovisuales. Una de ellas es ‘Sunchos van’ y las dos restantes son ‘Siesta’ y ‘Mares calmados’. De estas tres producciones, la que trata sobre el asesinato de Jones comenzó esta semana su fase de filmación; y las otras le seguirán en lo que queda de julio y a principios de agosto.
DIARIO DE CUYO estuvo presente en el set, para seguir de cerca los pormenores de la grabación que tuvo lugar en 9 de Julio. Una finca ubicada por calle Dos Álamos y Paraguay, fue elegida como locación más adecuada a las pretensiones del numeroso equipo producción. Ayer, fue un día crucial y agotador. Desde la mañana y sin parar hasta la caída del sol, la compleja puesta y montaje no tuvo descanso. Es que se trataba de la jornada de registro de las escenas clave y otras muy importantes del corto. Emulando la emboscada que le preparan a Jones y para que la acción sea lo más creíble posible, se debieron repetir varias veces las tomas y planos. Ver qué encuadre quedaba mejor, qué plano era el exacto, qué movimientos y posturas de los personajes, considerar los ruidos de ambiente, la dirección de la luz… ardua fue la tarea de convertir en imagen el guión; y las definiciones eran barajadas por el staff al momento de trabajar; todo se consensuaba, más allá de los roles establecidos, rotativos. Sin embargo, la experiencia de abordar un rodaje -para todos los que estaban involucrados en el proyecto, estudiantes, bolo, extras, camarógrafos, técnicos, asistentes y colaboradores- fue muy satisfactoria.
En el set no faltó absolutamente nada. Si bien, es una producción de bajo presupuesto y con fines académicos, no estuvo lejos de lo que se hace de manera profesional. Facilitó la tarea la colaboración de vecinos de la zona y de particulares que de diferentes formas apoyaron la iniciativa. Por ejemplo, la utilería y vestuario fueron aportados por el Ministerio de Turismo y Cultura, el catering fue contratado para que a nadie le falte alimento o bebida durante la larga jornada; el Ford T modelo 1920 fue cedido por Ramón Desgens; el dueño de la finca, y también hubo actores locales (elegidos por casting) que trabajaron ad honorem y que son del departamento. Los equipos de filmación y registro de sonido, más elementos de iluminación, cables -todos nuevos- fueron suministrados por la escuela.
Sin dudas, la escena central del asesinato fue compleja, porque se trataba de tomar los planos en una secuencia y es la que más tiempo demoró. Después de varios intentos y ensayos, los realizadores consiguieron su objetivo. Quedan para hoy las últimas tomas y posteriormente se pasará a la fase de edición y post producción. De acuerdo a lo planificado, los tres materiales deberán estar listos para el mes de octubre. Si se aprueba todo, serán estrenados en la próxima edición del Festival de Cine de Mar del Plata (ver aparte).
FOTOS MARIANO ARIAS
Sunchos van. San Juan, 1921. Alejandro está entre los parrales y no deja de pensar cómo llegó hasta ese lugar. El día anterior fue invitado por Don Rómulo a participar de un plan revolucionario: asesinar al gobernador de turno, que dejará el camino libre para que Federico Cantoni participe de las elecciones.
Siesta. La ciudad de San Juan ha sido ocupada por seres de origen desconocido, que actúan en forma de luz, durante las horas de la siesta. El contacto con esta luz es letal, por lo que los pocos sobre vivientes se ocultan en sus casas durante esos períodos, tapando todas las aberturas. Andrés y Eugenia son una pareja que ocupa una vivienda, luchando por sobrevivir día a día.
Mares Calmados. Alicia, una mujer de clase media acomodada sanjuanina, chic y conservadora, se muestra atractiva y segura de sí misma. Su hija Pía, criada bajo los valores de ella, le confiesa estar embarazada. Alicia comienza a vivenciar cambios en su percepción. Experimenta la aparición de una extraña y siniestra Niña y la crisis en la familia transitará por un camino tormentoso y terrorífico. Estas tesis o proyectos audiovisuales, tuvieron asesoramiento por tutores de la Enerc que son profesionales en actividad de la industria cinematográfica en diferentes áreas de producción. El estreno de estos cortometrajes tendrá lugar en el Festival de Cine de Mar del Plata. Posteriormente tendrán sus estrenos en las salas locales con fechas a confirmar.