Con la adrenalina a flor de piel y con el público de pie en el final, Camerata San Juan presentó su primer disco anoche en el Teatro del Bicentenario. Cameratissíma, un álbum exclusivamente instrumental, con temas populares argentinos y de Latinoamérica, con arreglos de Enzo Pérez, que en este concierto mostraron uno a uno.
Así, la noche comenzó con Merceditas, para comenzar a mostrar su capacidad para abordar el folclore. Luego fue el turno de Milonga sentimental, con Sofía Gallardo y Gerardo Lecich Abraham, pareja que recorrió con altura el escenario.
Después vinieron Las dos puntas; María, María (con la actuación de la compañía Golpe Urbano), Puentecito, que los 24 músicos, encabezados por el violinista Pablo Grosman, interpretaron con la calidad de siempre. Con Volver, regresó el baile a escena. Esta vez con Danza Maligna Tango, encabezados por Romina Oropel y Walter Salcedo, junto a otras cuatro parejas, trajeron la milonga al TB.
Con Corazón, la cueca de Saúl Quiroga, la sala- que no estuvo completa, pese a que se entregaron todas las invitaciones – estalló en aplausos valorando la gran versión de La Camerata y el acompañamiento de la Compañía Riveros Luna, que hizo gala de su experiencia en grandes escenarios. De fondo, en la pantalla proyectaron el videoclip que la Camerata hizo hace unos meses para este tema.
La famosa Mais que nada trajo a la compañía Fatme (de Silvina Fredes) al escenario, que con ingenio fusionó danza árabe con el ritmo brasileño. Luego, llegó el solemne Vallecito, que tuvo la participación del aparcero Jorge Darío Bence, que le puso emoción en el recitado de esta obra de Buenaventura Luna.
El final llegó con Libertango y esa potencia de la Camerata para hacer tango sin bandoneón. Nuevamente, los bailarines de Riveros Luna se lucieron con su coreografía.
Fue poco más de una hora de show, con canciones conocidas por todos con las que Camerata San Juan mostró su conexión con su público, que los colmó de aplausos retribuyendo un concierto musicalmente sobresaliente.
Fotos: Marcos Urisa