Ha tenido repercusión en medios nacionales la disparatada decisión del intendente municipal de Zonda, de licenciar a todo el personal femenino de esa comuna por 15 días, a fin de prevenir los contagios de covid-19. El solo enunciado es antojadizo por discriminatorio ya que la decisión del intendente Miguel Atampiz no alcanza a los empleados varones, sin ninguna explicación, si es que cabe.
La primera pregunta escapa a todo rigor científico que sustente semejante ausentismo, si se tiene en cuenta que el coronavirus origen de la pandemia, y las sucesivas mutaciones, ataca por igual a mujeres y hombres, de todas las edades y con variadas consecuencias, según el poder de inmunización que tengan los afectados. Ningún médico y menos si es un especialista en enfermedades virales le hubiese aconsejado a Atampiz a ordenar el aislamiento de las trabajadoras en sus casas.
Luego viene la cuestión política en el marco institucional. El titular de la comuna zondina comunicó el asueto masivo como una decisión personal junto a todo su equipo, es decir sin mediar el consentimiento del Concejo Deliberante y por ello carente de decreto como corresponde en el juego democrático. Y todo se sustenta en "un mecanismo de ayuda para evitar picos de contagio", de acuerdo a la "Información Importante", tal el título del aviso interno de Atampiz.
Como es habitual en todo abuso de poder, la intendencia no formuló aclaraciones, comentarios y menos atendió el teléfono a los medios locales o nacionales que no salían de su asombro, como tampoco los sanjuaninos que parecían incrédulos al leer el título de tapa de este diario con otra de las excentricidades de un intendente que parece manejarse por impulso personal al margen de una estructura de gobierno.
Por ahora la discriminación de género no juega a favor del intendente porque las supuestas beneficiadas saben de la ilegalidad de la decisión y soportan críticas disparatadas, además de recluirse en sus viviendas para no sentirse culpables de la proliferación de casos, de acuerdo al criterio que tuvo Atampiz para obligarlas a encerrarse.
Los exabruptos del poder sólo se corrigen con los equilibrios previstos en el sistema gubernamental, pero si hay hegemonía, los vecinos pueden acudir a la Justicia en busca de sensatez.
