Alegría ajena. Independiente se floreó en San Juan y dio cátedra de cómo atacar con rapidez y definir con exactitud ante las ventajas de un San Martín que se fue desmoronando hasta desdibujarse por completo.

La ilusión de San Martín por revertir su campaña en lo que va del año apenas le duró los primeros 15″ del partido ante Independiente. Porque el Rojo, que nunca en la historia había ganado en el Hilario Sánchez, marcó el primer gol y eso desmoronó al equipo de Gorosito. Y se agudizó aún más en el complemento cuando entregó el partido ante la efectividad del equipo de Avellaneda, que fue tan tremenda como el 4-0 final. Fue el sexto partido del año y el sexto encuentro sin ganar para San Martín. Ayer la alarma se encendió por el bajón futbolístico y anímico del equipo, que recibió un durísimo golpe de nocaut.

Hasta el primer cuarto de hora el andar del equipo verdinegro fue ideal y era impensado por lo realizado que terminara con una goleada, que incluso pudo ser mayor. Porque largó jugando con pelota al piso, con sociedades e ideas en su andar. Incluso a los 2″, Spinelli se perdió el gol con su frentazo desviado y sobre los 12″, llegó la jugada dudosa en el área de la visita por la falta de Franco sobre Mana, que el árbitro Delfino no sancionó.

Sin reacción. San Martín fue un equipo sin reacción ni argumentos para salir a flote luego del primer gol de Independiente. Nicolás Mana tuvo movilidad y buscó penetrar pero el equipo perdió peso y no tuvo sociedades para por lo menos descontar.

Era todo de San Martín, que no logró terminar sus acciones porque le faltó precisión. Aunque todo eso se desmoronó cuando a los 16″ perdió una pelota en defensa y cayó un envío al área que Meza bajó de cabeza y Benítez superó a Ardente con su remate para el 1-0 del Rojo.

Ese gol fue el principio de un San Martín que se desmoronó porque cambió automáticamente. Ya no tuvo la pelota, se la entregó al rival y empezó a correrlo desde atrás. Incluso Ardente se confió en un balón que se iba, Gigliotti se la punteó y dio en el palo. La respuesta, débil, pero con signo de reacción fue con el movedizo Mana que intentó sacar adelante a San Martín.

Desde mayo de 2012 cuando Arsenal le ganó 4-1, que San Martín no recibía 4 goles de local.

Pero no alcanzó y al segundo tiempo directamente el equipo se entregó. Sobre todo por la enorme efectividad del Rojo, que a los 7″ anotó el 2do tanto por medio de Fabricio Bustos, y a los 9″ Leandro Fernández puso el 3-0.

Fueron tan rápidos los goles como las dos jugadas. Enorme velocidad en ataque, para cambiar de frente la pelota y encontrar a un compañero en soledad ante los frágiles cierres defensivos y vencer fácilmente y sin resistencia a Ardente.

A esa altura, San Martín ya era un mar de dudas y cada ataque de Independiente era un posible gol ante un Verdinegro ya entregado y sin reacción más allá de los cambios. Sumado a que Goitía se fue expulsado.

El equipo ya había recibido tres cachetazos, no supo reaccionar y el Rojo no bajó su andar. Por eso en otro ataque veloz, Braian Romero a los 39″ puso el 4-0 para el golpe final.

 

Claves

 

Largó dominando

San Martín largó el partido metido, presionado al rival, teniendo la pelota y jugando por el piso sin dejar que lo hiciera Independiente. Incluso generó dos acciones que pudieron terminar en gol.

 

El gol lo desmoronó

Todo lo positivo que había realizado cambió a las 16″ cuando el Rojo anotó el 1-0. Fue un tanto que provocó que el equipo verdinegro se desarmara y perdiera todo el dominio que había desplegado.

 

Lo liquidó muy rápido

El complemento largó con dos goles más del Rojo antes de los 10″, que reflejaron el peso ofensivo de la visita y los desacoples de un San Martín que ya se había quedado sin reacción y que luego se entregó.

 

Newell”s, el próximo

 

Lo que se viene para San Martín será el partido ante Newell”s en Rosario, el próximo lunes a las 21.15 cerrando la 19na fecha de la Superliga. Y que al haber perdido anoche en Concepción será un encuentro entre rivales directos por el promedio y que necesitan levantarse rápidamente.

 

En San Martín habrá varias bajas, porque ayer perdió a Yonatan Goitía por expulsión y a Álvaro Fernández que llegó a la que 5ta amarilla. Y si bien ya recuperará al central Matías Escudero, el problema lo tendrá Pipo en el marcador lateral izquierdo, ya que Luis Olivera sigue lesionado y sin Goitía tendrá que buscar la variante adecuada.

 

Hasta el partido de ayer, Independiente era el único de los denominado equipos “grandes” que no había ganado en el Hilario Sánchez. En la era moderna del fútbol de Primera División habían jugado cuatro veces con dos triunfos verdinegros y dos empates.

 

Claudio Spinelli no convirtió ayer y cortó el envión que traía de tres goles en los últimos tres partidos. De haber anotado hubiera alcanzado a Lucas Landa, quien es el único que anotó en 4 partidos seguidos.