Un supuesto empleado infiel de Alumetal S.A cayó en las últimas horas acusado de realizar unas 200 operaciones fraudulentas con recibos truchos, que dejó pérdidas millonarias para la empresa: al menos $3.000.000 en ocho meses, según fuentes de la firma.
Según la denuncia, Mauricio Beltrán (32) vendedor en mostrador, manipulaba el sistema informático de la empresa y facilitaba el retiro de mercadería con remitos apócrifos. Se cree que tenía al menos un socio que lo ayudaba a consumar la maniobra ilícita. Con la pruebas recabadas, el juez Alberto Benito Ortiz ordenó apresar a Beltrán y también a un socio, que está prófugo.
Al parecer, Beltrán accedía al sistema de facturación con una clave confiada por la empresa, tomaba facturas viejas (de operaciones de venta consumadas) que no estuvieran dadas de baja y que por algún motivo no se había dado la confirmación de entrega. Luego les cambiaba las condiciones para poder hacer nuevos remitos, habilitándolas así para que el pedido pudiese ser entregado nuevamente. En este último paso entraba en escena su presunto socio (hasta anoche prófugo), un ferretero chimbero identificado como Carlos González, quien según la investigación se encargaba de conseguir "clientes" a los que les revendían los materiales mucho más baratos.
Desde Alumetal dijeron que los registros indican que Beltrán, quien trabajaba en ese lugar desde el año 2008, comenzó a principios de este año con la maniobra y que concretó centenares de ventas truchas, que generaron un gran perjuicio a la empresa. Y no se descartaba que el monto aumente a medida que continúen revisando todos los registros del sistema.
Beltrán no tenía reparos en la selección de las facturas que manipulaba: "Desde un camión de cemento hasta clavos y alambres", señaló una alta fuente de la empresa. Todo salió a la luz cuando el hombre sorpresivamente presentó la renuncia, hace algunas semanas, aduciendo que iba a "abrir un negocio nuevo". Comentarios internos encendieron las sospechas de los propietarios, quienes enterados de la maniobra radicaron la denuncia en la Policía.