Tener un perro como mascota puede ser bueno para el corazón, según los primeros resultados de un estudio destinado a examinar la relación entre convivir con un perro y la salud cardiovascular y sus factores de riesgo.
La investigación iniciada en 2013 y que concluirá en 2030 es llevada adelante por investigadores del Centro Internacional para Investigación Clínica del Hospital Universitario de Santa Ana en Brno, República Checa, en conjunto con profesionales de la Clínica Mayo (Rochester, Estados Unidos) y la Universidad de Catania (Sicilia, Italia).
En primer lugar, los investigadores establecieron los valores basales de salud e información socioeconómica de más de 2.000 personas de la ciudad de Brno, Luego, se programaron evaluaciones de seguimiento a intervalos de 5 años hasta el 2030.
Los resultados del primer análisis de datos llevado a cabo este año fueron publicados en Mayo Clinic Proceedings: innovaciones, calidad y resultados.
En esta primera instancia, se analizó a 1.769 participantes sin antecedentes de enfermedad cardíaca y se les asignó una puntuación basada en 7 hábitos y parámetros de salud: índice de masa corporal, alimentación, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa sanguínea y colesterol total.
El estudio comparó las puntuaciones en salud cardiovascular de quienes tenían perros frente a dueños de otras mascotas y también con aquellos que no no vivían en compañía de ningún animal.
“En general, el informe de quienes tenían alguna mascota era de más actividad física, mejor alimentación y mejores valores de glucosa en sangre. Los más beneficiados de tener una mascota fueron los dueños de perros, independientemente de su edad, sexo y nivel de educación”, señala Andrea Maugeri, investigadora del Centro Internacional para Investigación Clínica del Hospital Universitario Santa Ana de Brno y de la Universidad de Catania en Sicilia, Italia.
El estudio demuestra una relación entre tener un perro y salud cardíaca, lo que coincide con la declaración científica de la Asociación Americana del Corazón respecto a los beneficios de ser dueño de un perro en cuanto a actividad física, participación y reducción del riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Maugeri dice que los resultados del estudio respaldan la idea de que la gente puede adoptar, rescatar o comprar una mascota como una posible estrategia para mejorar su salud cardiovascular, siempre y cuando el hecho de tener una mascota los lleve a adquirir un estilo de vida de mayor actividad física.
Francisco López Jiménez, presidente de la División de Cardiología Preventiva de la Clínica Mayo (Rochester, Estados Unidos) señala que tener un perro puede inducir a sus propietarios a "salir, moverse y jugar regularmente" con el animal.
En otros estudios, también se vinculó al hecho de tener un perro con mejor salud mental y menor percepción de aislamiento social, que son factores para un ataque cardíaco.
El trabajo cuenta con el respaldo del Programa Nacional de Sostenibilidad y del Fondo Europeo para Desarrollo Regional.