Marcial Gil (46) respira profundo y aliviado por una novedad que llegó desde Buenos Aires esta semana: la carne que le secuestraron en la carnicería clandestina que había montado en Caucete no es de caballo, revelaron altas fuentes judiciales a este diario. Eso arrojaron los análisis practicados a las muestras que se mandaron con la intervención del Senasa, y representa una bocanada de aire para el hermano del exintendente caucetero Julián Gil, pues si se comprobaba que era equina (el estudio no especifica de qué animal es), iban a aumentar sobre él las sospechas de su presunta vinculación con robos y faenas de caballos en distintas zonas rurales de la provincia, explicaron en la Justicia.
Marcial Gil había sido detenido el 5 de agosto pasado (lo liberaron el 8), cuando la Policía Rural allanó la carnicería que tenía oculta en el mismo predio donde funciona un hotel alojamiento, en La Plata y Rastreador Calívar. Allí le secuestraron unos 430 kilos de carne de dudosa procedencia, balanzas, ganchos, freezers, máquinas moledoras y otros elementos de carnicería. El local, al que se cree que llegaban comerciantes de varios puntos de San Juan (ese día engancharon a un rawsino dueño de un puesto de comida callejera), fue clausurado porque no contaba con ninguna habilitación ni respetaba medidas de seguridad ni sanitarias. Además, ese día le iniciaron una causa en Flagrancia por la tenencia ilegal de dos armas de fuego que le encontraron, una escopeta calibre 16 y un rifle calibre 22. Por ese delito el 18 de ese mes lo beneficiaron con probation (suspensión del juicio a prueba).
¿Cómo sigue ahora la causa? Gil continúa bajo investigación. Según los voceros, resta analizar los videos de las cámaras de seguridad, prueba que lo puede complicar si se encuentran registros relacionados con la faena clandestina. Por otro lado, la jueza de Paz de Caucete, Luciana Salvá, aguarda los resultados de las pericias practicadas al teléfono del sospechoso. Con los elementos que reúna, puede o no enviar la causa al fuero penal.