Un estudio realizado en Australia sobre un vuelo con varios pasajeros confirmados con coronavirus mostró cuáles son las zonas del avión más expuestas al contagio.
El análisis se centró en el trayecto operado por Qantas Airways en marzo, que llevaba a 243 personas por cinco horas de Sídney a Perth, en un Airbus A330. Entre ellas, había 11 viajeros con el virus: casi todos habían estado horas antes en el crucero Ruby Princess.
Según el estudio publicado en la revista Emerging Infectious Diseases, las personas que se encontraban en los asientos al lado de la ventanilla en el centro de la cabina económica tenían mayor riesgo de contraer el virus, con base en el análisis de la secuenciación del genoma de los pasajeros infectados. Al menos ocho y hasta posiblemente 11 pasajeros contrajeron COVID-19 durante el vuelo.
Los pasajeros que ya estaban infectados estaban divididos casi equitativamente entre la parte delantera y trasera. Pero los 11 nuevos contagiados se hallaron en el medio del avión, en clase económica. De ellos, siete estaban en los asientos del lado de las ventanillas, un hallazgo que contradice las afirmaciones realizadas previamente sobre un mayor riesgo en el pasillo por una presunta mayor exposición a los patógenos.
La mayoría de los pasajeros que contrajeron COVID-19 en el vuelo de Qantas estaban a dos filas de los viajeros infectados, aunque uno estaba a seis filas de distancia, según el estudio.
Los hallazgos son un golpe para un sector de las aerolíneas, que trata de atraer a los clientes cautelosos a medida que los vuelos nacionales se activan lentamente alrededor del mundo. Las aerolíneas han dicho que las probabilidades de contraer el virus en un avión son bajas, en gran parte porque los aviones están equipados con filtros de grado hospitalario.
En una declaración, Qantas dijo que tenía protocolos en vigor en ese momento para manejar a las personas de los cruceros infectados, pero no sabía que algunos pasajeros habían venido. “Si lo hubiéramos sabido, se les habría impedido viajar”, dijo el director médico de Qantas, Ian Hosegood, en el comunicado del Ruby Princess.
Esta semana, la industria aérea aseguró que el riesgo de contagio a bordo es menor a 1%, aunque el estudio citado todavía no ha concluido ni ha sido revisado por pares. Por su parte los CDC ha publicado datos preliminares, que muestra que 11.000 personas en Estados Unidos han estado potencialmente expuestas al virus en los vuelos.
Convencer a los viajeros de que es seguro volar podría convertirse en una batalla de cinco años, dice la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
(Con información de Bloomberg)