Eduardo Fuhr fue siempre un apasionado por el gin, al punto de encontrarse con amigos para degustar exponentes de diferentes lugares del país, o del exterior cuando alguien viajaba y traía uno para compartir. Era una especie de hobby que se transformó en su segunda actividad -la primera es como Contador Público-. Claro que nunca pensó que en tan poco tiempo participaría en una competencia que reunió 130 destilerías del país y obtendría el tercer lugar en la categoría Gin de Autor con su Pink Syrah, marca Cordillera.
Fue en el año 2019 cuando decidió que quería tener su propio aguardiente, eso sí, con características únicas, para lo cual debía capacitarse tanto en academias nacionales e internacionales. Como puntapié inicial, viajó a Europa donde aprendió técnicas de destilado, visitó reconocidas destilerías, y en España compró un alambique de cobre elaborado por artesanos de Galicia.
Hay un detalle que, sin duda, marca su grado de autoexigencia para lograr una bebida de calidad: realizó más de 90 pruebas hasta conseguir la receta perfecta. En realidad hasta acá todo seguía siendo un hobby porque quienes degustaban y compartían con gusto los resultados eran sus familiares y amigos, hasta que la demanda comenzó a hacerse sentir.
"Siempre me gustó probar gin de otros lugares, detectar las diferencias aromáticas para tener un amplio abanico de lo que se hacía. El tema es que cuando logré hacer uno propio para compartir con gente cercana tuvo tanta aceptación que comenzaron a demandarlo. Eso me impulsó a mandar muestras a la Copa Argentina de Gin 2022 para obtener una devolución de expertos". cuenta Fuhr.
Así logró la mejor de las respuestas: es uno de los tres mejores del país, de acuerdo con los puntajes otorgados por los jueces de la competencia. Ese jurado estuvo compuesto por expertos de la industria nacional como así también de Paraguay, Uruguay, México, Bolivia y Chile; bartenders de todo el país e ingenieros químicos, quienes evaluaron el producto desde todas sus facetas, con hincapié en el análisis sensorial.
"Mi idea era hacer un producto que represente a San Juan por eso bauticé al emprendimiento como Destilería Cordillera. Además con la idea de crear una identidad local me incliné por un Pink Syrah considerando que es una uva característica de la provincia. También hago una versión London Dry inspirada en el Cerro Mercedario", agrega el autor que actualmente trabaja en un plan de expansión para comenzar a exportar.
Es que a raíz del premio comenzaron a llegar pedidos desde otros puntos del planeta interesados en conocer esta nueva apuesta dentro del infinito mundo del gin.

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AROMAS Y SABORES
A esta altura no se puede hablar de moda del "Gin" porque evidentemente llegó para quedarse en Argentina, aunque en el planeta lleva años de posicionamiento. Al parecer, y como otras tantas bebidas, nació por "casualidad", cuando unos monjes hicieron este brebaje con cereales y enebro tratando de encontrar soluciones contra la peste bubónica. También se sabe que en las guerras anglo-neerlandesas, los soldados británicos las bebían antes de las batallas porque les daba valor y coraje, les aliviaba el frío, entre otras bondades que comenzaron a popularizar. Tanto que finalmente, el propio gobierno inglés creó una cultura regulando su consumo y su producción.
Actualmente su popularidad se ha extendido por todo el mundo con el reconocido trago "Gin Tonic". Argentina no ha permanecido al margen de esta tendencia, al punto de contar con un evento nacional como la Copa mencionada, y las destilerías de autor trabajan cada vez mejor con el fin de conseguir adeptos.
Así se llegó a un grado importante de profesionalización por parte de los hacedores, y a un conocimiento por parte de los consumidores que ya tienen claro los perfiles sensoriales de preferencia y buscan descubrir nuevas opciones.
"Cada vez más, la gente aprende a descubrir las características de esta bebida. De hecho hay algunas con muy buenos aromas y no así sabores, y viceversa, por lo que se intenta siempre encontrar un equilibrio entre ambos. Para degustarlo es necesario colocar hielo en una copa apropiada, agregar 50 ml o una onza de gin, 200 cc de agua tónica. De ese modo se prueba, se verifica que no sea áspera ni tenga aromas no deseados, por el contrario presente notas propias o diferenciales", explica el productor.
Los catadores de gin sostienen que la mejor manera de catarlo es sin agregados extra de botánicos para percibirlo en su expresión natural, aunque para tragos cada persona puede agregarle lo que más le guste dentro de la diversidad de sabores que actualmente se presentan (cardamomo, pimienta rosada, anís estrellado, hierbabuena o menta, canela, entre otros).
La calidad está determinada por el tipo de alcohol que se utilice que ya viene bidestilado, y algunos deciden hacer una o dos destilaciones más. En este caso, Cordillera suma dos destilaciones más.
Sin duda, San Juan se ha convertido en un centro productor de "gin de autor", lo que significa que se hacen partidas sumamente cuidadas, con ediciones limitadas que los diferencia de las destilerías industriales.

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BOTELLAS QUE ENCANTAN
Como todo entra primero por los ojos, Eduardo Fuhr, el autor, decidió elegir una elegante botella color rosa para el Gin Premium Pink Syrah y una blanca para el tradicional Premium London Dry. Si bien ambos están identificados como "de altura", por elaborarse en San Juan, el último mencionado hace referencia a que está inspirado en el Cerro Mercedario (6.720 msnm). Un dato más que suma a la identidad sanjuanina.
