(Foto Marcos Urisa)
El viernes pasado, Giuliana Ciari y su mamá, la profesora de inglés Andrea Leceta, recibieron un mail que les erizó la piel. Después de un primer contacto el mes pasado, donde les avisaban que las devoluciones no serían en diciembre sino en enero por la cantidad de postulaciones recibidas, les notificaban que Giuliana había pasado la exigente preliminar que deben sortear los aspirantes de todo el mundo (a través de un video con indicaciones muy específicas que debió grabar y mandar en octubre pasado) y entonces, superada esa previa, la Royal Ballet School del Reino Unido la convocaba a su audición. Se trata de la evaluación final de danza clásica y contemporánea -además de una entrevista y examen físico- que tendrá lugar el 24 de febrero de manera presencial en el White Lodge (ubicado en Parque Richmond, Londres), donde se definirá quiénes quedarán como alumnos regulares de la prestigiosa institución. Y si bien eso es lo que exactamente estaba buscando y para lo que se preparó la talentosa pequeña de apenas 13 años cuando en septiembre de 2021 le dijo a su mamá que quería postular, recibir esa confirmación fue muy movilizador. Es que no son muchos los bailarines y bailarinas que alcanzan esa posibilidad, por eso el torbellino de emociones que se desató en la joven alumna del Studio Uno y del Colegio Inglés, la primera sanjuanina que está en esa lista y con eso, a un paso de su gran sueño.
"Para mí es como muy importante porque siempre deseé estudiar ahí. Estoy medio nerviosa pero emocionada… Para mí es una de las mejores compañías de todo el mundo…", comentó a DIARIO DE CUYO Giuliana, para quien -si bien aplicó e ingresó a la escuela del Colón y sabe muy bien de certámenes por el mundo (el año pasado fue finalista en el Youth America Grand Prix)- es esta su primera audición internacional, y nada menos que en la casa donde la primera bailarina es una de sus grandes referentes, la brillante argentina Marianela Nuñez.
Para alcanzar ese objetivo ahora viene otra etapa y nada menor, puesto que deben reunir los fondos que necesitan para no perder esta posibilidad. "Sí, la idea es que audicione y yo acompañarla. Está muy entusiasmada, ¡ella ya está subida en el avión! (risas) pero estamos viendo si podemos armar ese viaje, porque no es nada fácil. De arranque los vuelos salen $200 mil cada uno… y otro tema que encarece es que yo tengo que hacer cuarentena, con PCR al segundo y al octavo días, porque tengo esquema completo con Sputnik, que no está aprobada allá", explicó Andrea.
La situación de Giuli es idéntica a la de la jovencita tucumana Milagros Cerruti Ruiz, de la misma edad y quien -tal como publicó Infobae- podrá viajar este mes gracias al invaluable apoyo de entes privados y también oficiales, como el gobierno de su provincia y la Embajada Argentina en Reino Unido, a la que Andrea también ha escrito solicitando ayuda.
Giuliana, para quien la danza es su pasión, comenzó a estudiar a los 4 años. "Me recomendaron ir porque había probado deportes y no me habían gustado, así que me inscribieron en el Studio Uno", contó la jovencita que no encuentra palabras para describir lo que siente cuando se sube a un escenario. "No sé como explicarlo con palabras -confesó entre titubeos-. Cuando bailo claramente disfruto un montón y ese disfrute hace que me olvide de todas las cosas que me preocupan… Cuando estoy bailando se me olvida todo", expresó la muchachita que durante el aislamiento por la pandemia, acondicionó un pequeño espacio en su departamento, con tapete y barra, para tomar sus clases a distancia; lugar que sigue usando para practicar, incluso ahora que está de vacaciones.
"¡Giuliana es una apasionada e incesante trabajadora! Consiguió no sólo entrar en el Teatro Colón sino también becas de todas partes del mundo. Creo que desde pequeña supo lo que quería ser. Es una niña con mucha exigencia personal, los desafíos son parte de ella. Es de esas alumnas que te ponen en el lugar de estar siempre lista y actualizada como maestra, activa y atenta a sus necesidades. Merece lograr todo lo que se proponga y para eso estamos todos, para trabajar por estos jóvenes talentos que van por sus sueños y metas", apuntó Alejandra Lloveras, su maestra.
"Yo no me veo haciendo otra cosa que no sea bailar, ninguna otra carrera me llama la atención… Bailar me da felicidad", sintetizó el joven talento local, que sigue trabajando duro con la ilusión de llegar y de poner a San Juan en la nómina de la Royal Ballet School.