Inesperado. Nole decidió sacar un poco de pasto de la cancha del All England y degustarlo apenas se coronó.

Fue una final apasionante para el público, pero sumamente tensa para los protagonistas. Sobre el cierre, llegó el momento del desahogo para Novak Djokovic.

La celebración de Nole -que debió levantar dos match points en el quinto set- fue algo peculiar, acorde al histrionismo que muestra el tenista dentro y fuera de la cancha.

Después de sellar el triunfo y de recibir el aplauso de todo el público -que durante el desarrollo apoyó al suizo-, Djokovic se puso en cuclillas, arrancó un poco de pasto del suelo y se lo comió. Lo masticó con una sonrisa ante todos los presentes.

Luego llegó el turno de la premiación. El número uno del mundo recibió el trofeo de manos de Kate Middleton, la duquesa de Cambridge. Con ese premio quedó cerca de los más ganadores en Wimbledon, que son el propio Federer (ocho títulos), Pete Sampras (siete) y Björn Borg (cinco).

"Creo que esta fue, si no la final más excitante en la que haya tomado parte, sí una de los dos o tres mejores de mi carrera", dijo Djokovic, que extendió su supremacía por sobre el nacido en Basilea: los dos jugadores se han enfrentado ya 48 veces en 13 años -siete más que Federer con el español Rafael Nadal- y el serbio lleva la delantera con 26 victorias contra 22.

 

FORTUNA

Djokovic no sólo ayer alcanzó la gloria con este nuevo Wimbledon que obtuvo sino que embolsó un premio más que importante: 2,9 millones de dólares. Aunque teniendo en cuenta todo lo que lleva ganado en su trayectoria (más de 150 millones) puede parecer "escaso". Por su lado, Federer por ser el subcampeón sumó 1,7 millones de dólares.