Todo el conflicto habría comenzado con un perro. La mascota de la familia de Karen Ortega había sido hostigada en varias ocasiones por un vecino del Lote 33, en Pocito. Su nombre es Santiago Franco Navarro, quien llegó al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson en la noche del pasado sábado 14. Allí declaró ante el personal médico que había sido golpeado y apuñalado por un grupo nutrido de agresores. Testimonio de eso fue la noticia publicada el domingo siguiente en este medio (click aquí). En tanto que hoy lunes, Ortega decidió dar su versión de los hechos para desmentir el relato de Navarro. 

Alrededor de las 20 del sábado que pasó, Karen y su esposo estaban en el patio de su casa tomando mate. Unos momentos después, ella decidió alistarse para bañarse. En eso estaba cuando, "El Santuli" -Santiago Navarro- llegó al domicilio mientras tiraba piedras al perro de la familia. Según contó Ortega, la mascota ingresó velozmente a resguardarse en el interior del hogar, en eso, ella sale de la ducha -apenas tapada con una toalla y con su hijo menor en brazos- y ve que Navarro tiene a su marido contra la pared, ahorcándolo. En una reacción casi instintiva, y aún con el niño en brazos, Karen empujó al agresor. 

El impacto de la cabeza en el cristal , lo que puede haber derivado en el traumatismo de cráneo con el que el supuesto agresor fue diagnosticado.

El breve respiro que consiguió el marido de Ortega, le permitió tomar un palo de madera astillado y atacar al "Santuli" con un golpe seco en la espalda, señaló la presunta víctima. Los dos hombres salieron de la casa y, en una actitud que Karen justifica por un estado de "borrachera", Navarro comenzó a golpear con la cabeza los vidrios del auto familiar que estaba estacionado al frente. Los impactos fueron tan fuertes que los cristales terminaron destrozados, como lo demuestran las fotos presentes en la nota. Ante tal situación, el marido de Karen asestó un segundo golpe con el palo en la zona de la espalda y la cabeza. De ahí, las lesiones declaradas ante el personal del hospital. 

"Me lo bajó completo". Así quedó la ventana de la casa, luego de las pedradas.

Finalmente, entre los llamados de la familia de Ortega, sumados a los de los vecinos, la policía llegó al lugar. No obstante, de acuerdo a lo que contó Karen, no hubo detenidos. Los tíos de "El Santuli" también se hicieron presentes y se lo llevaron a su domicilio y, más tarde, a la sala de atención médica conocida como "La Rotonda". "Anoche no dormí -declaró Ortega- tengo miedo de que los primos de este hombre caigan a mi casa, yo tengo dos hijos chicos y los tengo que cuidar". La denuncia fue radicada en la Comisaría 6ta, quienes estarán a cargo de la investigación.