Unos estudios de animación de Japón vivieron ayer una tragedia por el incendio que provocó un sujeto que llegó al lugar con la intención clara de desatar un fuego que se extendió rápidamente y causó al menos 33 muertos.

Los estudios, Kyoto Animation, se encuentran en la ciudad de Kyoto, en un edificio de tres plantas que fue consumido rápidamente por las llamas que inició el sospechoso, que está detenido, con un líquido inflamable, posiblemente gasolina.

Fuentes de la policía de Kyoto confirmaron a la cadena pública de televisión NHK que la cifra de muertos confirmada es de 33, lo que convierte este caso en el incendio provocado más grave en décadas.

Según dijo una fuente de los bomberos de la ciudad, además hay cerca de una treintena de heridos. En el momento del siniestro, había unas setenta personas dentro del edificio. Los distintos datos surgidos después del incendio apuntan a la posibilidad de que el presunto responsable hubiera acumulado viejos rencores porque supuestamente los estudios le copiaron alguna idea.

Una testigo contó que vio al atacante cuando la policía se acercaba a él y que dijo a los oficiales que había rociado gasolina en el lugar y luego iniciado un incendio con un encendedor.

En declaraciones al canal de TV público NHK, la mujer dijo que el hombre tenía los brazos y piernas quemados y que gritaba que algo le había sido "robado", al parecer por la compañía. Otros sobrevivientes que vieron el ataque dijeron que el hombre no trabajaba ahí y que gritaba: "¡Mueran!, mientras echaba gasolina y comenzaba el incendio, informaron medios locales. Imágenes de NHK mostraron varios cuchillos secuestrados por la policía de la escena del crimen, aunque no quedó claro si pertenecían al atacante.

Efe