La última pista que maneja el equipo de búsqueda en la zona de El Salado, Albardón, tiene en su haber dos datos positivos para los investigadores y otro desconcertante.
Por un lado, la que alimenta la esperanza, unas huellas de zapatillas –consecuente con el calzado que llevaba Benjamín-en el corazón de El Salar, una zona que con calor se torna insoportable por la temperatura que eleva el lugar. En esa zona, anoche, perros de búsqueda siguieron un rastro que en un momento se desvaneció.
Por el otro, la que no le cierra a los pesquisas. Las huellas fueron ubicadas a unos 8 kilómetros del lugar donde fue visto por última vez el niño de 5 años.
“No hay que descartar nada, es difícil que un pequeño camine esa distancia, pero lo vamos a buscar donde sea”, dijo el jefe de Protección Civil, Alfredo Nardi.