Esperan el resultado de la autopsia, pero creen que hubo falla humana
Sobre el asfalto no había huellas de frenadas que indicaran alguna maniobra de último momento para evitar el choque. Tampoco marcas de algún desperfecto mecánico. Un primer vistazo de los uniformados en la escena del siniestro los llevó a concluir que el chofer pasó de largo a la salida de una curva y se estrelló como venía, en bajada y sin frenar, contra un algarrobo situado a su mano derecha. El violento impacto terminó en una desgracia irreversible para el conductor, porque salió despedido y la camioneta que conducía le cayó encima, dijeron fuentes policiales.
Hugo César Bazán se llamaba la víctima. Era ingeniero, estaba jubilado y vivía con su familia en el barrio Parque Rivadavia Norte, en Rivadavia. A la hora en que murió volvía de la cantera de un amigo en Albardón, dijeron sus familiares.
Todo pasó minutos antes de las 7 de ayer sobre calle La Laja, frente al aeroclub y alrededor de 1,3 kilómetros al Sur de los baños termales.
Bazán conducía hacia el Sur una camioneta Toyota Hilux que era del amigo al que iba continuamente a darle una mano con el traslado de los obreros y otros trabajos en la cantera, según sus familiares.
‘Él estaba jubilado pero le ayudaba a un amigo con algunas labores en la cantera, estaba haciendo eso cuando se accidentó. No fumaba ni tomaba pero era diabético y por eso creemos que puede haber sufrido algún problema de salud’, precisó un vocero familiar.
Una falla humana era también la principal hipótesis de investigación que habían iniciado ayer los policías de la seccional 18va de Albardón que dirige el subcomisario Jorge Sánchez.
‘A simple vista no se ve que se le hubiera reventado alguna rueda o que la camioneta hubiera tenido algún otro desperfecto. Por eso suponemos que el chofer sufrió algún problema, incluso de salud, que lo llevó a perder el control y accidentarse’, dijo un jefe policial.