Un joven de 24 años se convirtió en el primer argentino en recibir un trasplante hepático como tratamiento contra la fiebre amarilla, tras desarrollar uno de los cuadros más graves de esta enfermedad, que contrajo a principios de marzo mientras realizaba un crucero por Brasil, confirmaron ayer voceros del Ministerio de Salud de la Nación.
Se trata de Renzo Gagliano, de la localidad bonaerense de Hurlingham, quien recibió el trasplante de donante cadavérico en la Clínica La Trinidad Mitre, según dijeron sus propios familiares por la red social Facebook.
“Mi hijo contrajo fiebre amarilla, es una enfermedad mortal y sólo un milagro lo puede salvar. En este momento se encuentra en estado grave”, dijo Alberto Gagliano, padre del joven que se encuentra internado en la terapia intensiva del sanatorio de la ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, la Directora Nacional de Epidemiología, Patricia Angeleri, explicó que el paciente trasplantado “es uno de los siete casos notificados de fiebre amarilla importada” en los últimos meses desde Brasil, dos de los cuales derivaron en muerte, “mientras los otros cuatro ya están en sus casas”.
Ninguno de quienes contrajeron fiebre amarilla, transmitida por mosquitos del género Aedes en localidades brasileñas donde se sabe que hay circulación activa del virus, se había vacunado contra la enfermedad, contra lo que recomiendan las autoridades sanitarias.
“El del joven trasplantado es uno de los casos notificados de fiebre amarilla que evolucionaron de forma grave. Tras el trasplante, sigue delicado pero estable”, dijo. El exministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Claudio Zin, aseguró ayer en declaraciones radiales que “hubo seis trasplantes de hígado en el mundo por fiebre amarilla: cinco en Brasil y ahora éste en Argentina”.
La especialista aclaró, no obstante, que “Argentina no atraviesa una epidemia”, sino que se ve afectada por la “situación inusitada en el vecino Brasil, donde hay centenares de afectados y fallecidos”.
En cuanto a las dos personas fallecidas por fiebre amarilla en el país, Angeleri informó que ambos decesos se registraron “la semana pasada” y que se trata de dos personas mayores de 60 años. Uno, de la localidad bonaerense de Lanús, y otro de la zona rionegrina de Cipolletti. Habían viajado a Brasil sin vacunarse.
“Desde el punto de vista asistencial estamos trabajando con la gente de allá, que tienen distintas experiencias y las vamos compartiendo con nuestros equipos” para desarrollar nuevas y mejores formas de tratamiento para los casos graves que pueden incluir el trasplante hepático.
“La gente de Brasil lo que nos comenta es que, no sólo con el trasplante sino con todo lo otro que se está haciendo como parte de un nuevo tratamiento, se logró disminuir la mortalidad del 70 al 40 por ciento”, explicó. La especialista explicó que, cuando evoluciona en forma grave, la fiebre amarilla ocasiona una “falla hepática por causa viral” y cuando esto ocurre “todo el cuerpo empieza a fallar, y por eso en ocasiones también hay que dializar el paciente” -como ocurre con Gagliano- y, en función de cómo responde, “hay que ver la posibilidad de hacer trasplante u hacer otras acciones” alternativas. Angeleri recordó la importancia de vacunarse para las personas que tengan pensado viajar a los estados brasileños de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo y Bahía. Télam