El sistema de lecto-escritura Braille, un alfabeto conformado por signos con relieve para poder ser interpretado en forma táctil, celebró la primera semana de enero su primer Día Mundial, después de que la ONU decidiera en diciembre pasado fijar al 4 de enero como fecha para su conmemoración por el nacimiento de su creador, el pedagogo francés Louis Braille.
"El sistema Braille fue una bisagra para la alfabetización de las personas con discapacidad visual porque permitió el acceso a la lectura y escritura en forma autónoma", aseguró a Télam la periodista y comunicadora Andrea Grassia, integrante de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Redi).
Grassia, quien es ciega, sostuvo que "este sistema tiene en la actualidad una vigencia renovada, porque si bien utilizamos hoy más las computadoras para leer o escuchar textos, la señalización en Braille, por ejemplo, que es posible a través de nuevos sistemas de impresión, vuelve a permitirnos una mayor autonomía en la circulación".
La comunicadora indicó que "desde las organizaciones que trabajamos con la temática de discapacidad insistimos en la necesidad de que existan políticas públicas que incentiven la utilización de Braille en los distintos ámbitos: desde el menú de un restaurante hasta la parada de un colectivo".
Actualmente, Mendoza, Ciudad y provincia de Buenos Aires son algunos de los distritos donde los restoranes están obligados por ley a tener menú en sistema Braille aunque en los hechos son muy pocos los que lo cumplen.
El Braille es un sistema de lectura y escritura táctil creado a mediados del siglo XIX por el pedagogo francés Louis Braille, quien quedó ciego debido a un accidente durante su niñez y adaptó un sistema de lecto escritura militar a un sistema de ocho puntos; años después lo simplificó dejándolo en el sistema universalmente conocido y adoptado de seis puntos.
El sistema permite representar las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música, etc. y consiste en celdas de seis puntos en relieve, organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba abajo y de izquierda a derecha. La presencia o ausencia de puntos permite la codificación de los símbolos; mediante estos seis puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes.
Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente unos 1.300 millones de personas en el mundo sufren algún tipo de discapacidad visual: "por este motivo, es más probable que vivan en la pobreza, disfruten de peor salud y se encuentren en situaciones desfavorecidas para acceder a la educación y al empleo", indica el organismo.
En 2006 la ONU promulgó la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad con el fin de promover los derechos y el bienestar de estas personas con la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En noviembre de 2018, la Asamblea General decidió proclamar el 4 de enero Día Mundial del Braille con el objetivo de visibilizar que "facilitar el acceso a la escritura es un requisito crucial para que las personas con discapacidad visual disfruten plenamente de los derechos humanos".
Quedó ciego por una herida en el ojo
Cuando tenía tres años, Louis Braille se hirió en el ojo derecho con una de las herramientas de su padre, la infección se extendió al otro ojo y el niño quedó ciego. Pese a la ceguera, sus padres decidieron enviarlo al colegio del pueblo, donde se destacó por su curiosidad y talento. Después, el joven pudo asistir a uno de los primeros institutos para ciegos del mundo en París. Allí los ciegos usaban una escritura en relieve en que las letras impresas en papel eran muy difíciles de leer. Braille retomó, en 1821, la idea de un sistema con puntos de un capitán de artillería. Como el sistema de 12 puntos era muy complicado, Braille lo simplificó y presentó su sistema de seis puntos en 1825.