Familiares, organizaciones políticas, de derechos humanos y estudiantiles se movilizaron ayer para reclamar por el esclarecimiento del asesinato de Marito Salto, el niño que fue secuestrado, violado y descuartizado hace un año en la localidad de Quimilí, a 220 kilómetros al sureste de la capital santiagueña.
Se trata de la 53ra marcha que se realiza desde que el cuerpo del niño de 11 años apareció mutilado en otro extremo del lugar al que había concurrido a pescar en una represa.
Al grito de ‘justicia… justicia‘, los manifestantes, entre ellos jinetes, ciclistas y motociclistas, partieron del lugar en que fue secuestrado y del basural en el que encontraron su cuerpo mutilado, para congregarse en el cruce de las avenidas Rivadavia y Roca y recorrer las calles del pueblo, de más de 18.000 habitantes.
Con la voz entrecortada por el llanto, Mario Salto, padre del niño, dijo: ‘Ayúdenme a darle paz a mi hijo, no tengo más que palabras de agradecimiento con la gente porque me dan las fuerzas para seguir luchando, buscando y pidiendo Justicia por Marito‘.
Por el crimen están detenidos Rodolfo ‘Rody‘ Sequeira (40) y David Tomás Sosa (22), quien había figurado inicialmente en el caso como testigo de ‘identidad reservada‘.