Un colectivo de la línea 38 de la empresa La Positiva, quedó completamente destruido ayer en la mañana, cuando transitaba hacia el centro capitalino con unos 30 pasajeros, y de repente quedó envuelto por las llamas que se hicieron incontrolables.

 

Hubo momentos de tensión, porque el propio chofer Alejandro Del Castillo intentó sin éxito controlar el fuego. Y porque una de las explosiones por el fuego hizo estallar los vidrios de una ventana de la casa de la familia Bazán, justo en el dormitorio donde dormía uno de sus hijos, de 2 años.

Todo pasó alrededor de las 8,30 en Necochea, metros al norte del cruce con la avenida de Circunvalación, en Concepción, Capital.

La principal hipótesis ayer era que hubo una falla eléctrica justo en la zona del tanque de combustible. El fuego se expandió rápidamente por los materiales inflamables del vehículo, como los plásticos y el asiento, dijeron fuentes policiales.
 

Totales fueron los daños en un micro de la línea 38 de la empresa La Positiva. La principal hipótesis es que el incendio se originó por un  problema eléctrico en la zona del tanque de combustible.