El ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, se encuentra “a resguardo" en la embajada argentina en Bolivia, según confirmaron fuentes de Cancillería. El funcionario ingresó a la sede diplomática ayer, luego de la renuncia a la presidencia por parte de Evo Morales. “Cuando peligra la integridad física, la tradición latinoamericana es brindar resguardo”, afirmó un fuente calificada del Gobierno.
Ayer, en el marco de la crisis que atraviesa el país vecino, el mandatario electo Alberto Fernández se comunicó con el presidente Mauricio Macri para solicitarle que instrumente las acciones para dar asilo a los funcionarios de Morales. Hasta el momento, Romero es el único ministro boliviano que se encuentra en la sede diplomática, que reforzará su seguridad por los hechos de violencia.
Por otro lado, el Gobierno, a través de Cancillería, alertó a los argentinos “que se encuentran de visita o próximos a viajar a Bolivia”. “Como es de público conocimiento a partir de los hechos acontecidos en la República Plurinacional de Bolivia con la renuncia del Presidente Evo Morales Ayma y su gobierno, es imperioso estar informados y actuar con extrema precaución hasta que se encuentre una salida institucional a través de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que tiene previsto reunirse mañana con el objetivo de permitir un afianzamiento de la paz y el diálogo en la vecina y querida Nación”, se afirmó.
En tanto, el canciller Jorge Faurie consideró que “no están los elementos para definir como un golpe de Estado” los motivos que llevaron a Evo Morales a presentar su renuncia. Además, expresó que el país “vive una crisis institucional", que "está en un impasse” y que “las Fuerzas Armadas no han asumido el poder”.
El funcionario brindó una conferencia de prensa al finalizar una reunión de gabinete encabezada por el presidente Mauricio Macri, que al ingresar al encuentro manifestó su preocupación sobre la crisis del país vecino. En este marco, el canciller también condenó los violentos episodios que se registraron en las últimas horas, como los saqueos en el domicilio particular de Evo Morales. “Condenamos con toda firmeza la violencia que se ha ejercido contra algunas propiedades”, señaló.
A diferencia de las declaraciones de Faurie, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, aliado de Juntos por el Cambio, calificó el proceso que atraviesa Bolivia como un “golpe de Estado”. “Claramente en Bolivia se produjo un golpe de Estado que rechazo terminantemente. Pero que tiene como corresponsables al propio Evo Morales, a la oposición y a las Fuerzas Armadas. Lo que disparó la situación de Bolivia fue el abuso de poder”, señaló el mandatario provincial en las redes.
Y agregó: “Evo Morales terminó convirtiendo un gran gobierno en un gobierno fraudulento. No acató la consulta popular que le dijo no a la reelección, transgredió la Constitución y finalmente hizo trampa en la elección, lo que no justifica una alteración del orden constitucional de Bolivia”.