"Voy a presentar los aspectos más sustanciales del presupuesto con caramelos; que son un orgullo, además, porque se producen en Córdoba", detalló el ministro de Finanzas de esa provincia, Osvaldo Giordano, mientras explicaba el presupuesto provincial en la legislatura con caramelos Sugus.
La idea, según explicó, fue de su hija. Y para el detalle gráfico usó cilindros de acrílico, baldes, jarras, bowls y, claro, caramelos. Cada uno de ellos representó $100 millones.
Al comienzo de la exposición, el ministro colocó caramelos verdes que representaron las transferencias del gobierno nacional, como el régimen de coparticipación federal y otros. Más o menos, la mitad de la capacidad del recipiente. Luego, agregó un puñado de golosinas azules, las transferencias discrecionales del gobierno nacional. "En otras provincias ocupan un espacio muy importante como fuente de recursos", explicó.
Con caramelos anaranjados completó el cilindro para representar lo que recauda la provincia con sus recursos tributarios. O sea, el recipiente de "Ingresos" quedó lleno con dos grandes colores, coparticipación y recursos propios, y un puñado de transferencias discrecionales.
"Estamos en crisis y eso golpea a las familias y a las empresas. Hay reducción de impuesto", aseguró y sacó 60 caramelos anaranjados ($6.000 millones).
Después, con caramelos de menta, Giordano puso en el cilindro de "Erogaciones" la inversión social. En comparación visual, algo menos que la recaudación. Y sumó jubilaciones y pensiones, un cuarto del total. Agregó caramelos por "seguridad y justicia", 16% del gasto; y cerró con 14% de "gastos del Estado" (caramelos amarillos) e "intereses de la deuda", 4%. "A nivel nacional esos gastos son 20%: se gastan más en intereses que en sueldos totales", explico el funcionario y chicaneó el diputado nacional Mario Negri, del oficialismo. Además, mostró que los ingresos son mayores a los gastos.
Finalmente, en dos nuevos cilindros, graficó el peso de las obras viales (35%, de $49.000 millones), obras hídricas (28%), infraestructura social (17%) y otras complementarias, como gasoductos. Y cerró con un ahorro, en caramelos azules, 22.000 millones más un financiamiento adicional para obras.
Después, según publicó La Voz, se supo que los caramelos –que se compraron en paquetes y se separaron en colores– fueron donados a un comedor de la Fundación San Roque.