Gerardo José Vallejos Silva (26 años, obrero) pasó 6 meses preso hasta que un juez de Impugnación lo excarceló, pese a la grave sospecha en su contra: haber violado a una chica con retraso mental moderado. Un mes duró ese estado de libertad, porque ayer el juez de Garantías, Javier Figuerola, entendió, igual que el fiscal de la UFI ANIVi, Eduardo Gallastegui, que al cabo del juicio se probó que sometió contra su voluntad a esa menor de 16 años. Y, tal como solicitó Fiscalía, volvió a ordenar su detención preventiva hasta que quede firme el fallo en su contra: 7 años de cárcel (Fiscalía había pedido 9 años).

El propio imputado había sostenido en su declaración que tenía una relación sentimental con esa jovencita y que aquel día de marzo en que se juntaron en una casa en construcción que él cuidaba en 9 de Julio, habían acordado que tendrían relaciones sexuales.

Ese fue el principal argumento de los abogados defensores Fernando Bueno y Juan Eduardo Sait, quienes pidieron la absolución de su cliente. Ayer anticiparon que pedirán la intervención del Tribunal de Impugnación para que revise la decisión del juez y la revierta.

El caso fue denunciado por la madre de la niña el 3 de marzo pasado. Y enseguida un informe médico constató lesiones en genitales de la menor. Según Fiscalía, los psicólogos también concluyeron que, de acuerdo al relato y sus manifestaciones no verbales (gestos, tonos de voz, posturas del cuerpo) podía asegurarse que había sido víctima de una situación de abuso sexual.

La defensa, en cambio, cuestionó los informes y pericias psicológicas, porque en su opinión, no están acreditadas las secuelas típicas de un abuso sexual. Además, intentaron restarle valor al informe del médico. También mencionaron el testimonio de una pareja (incluida una amiga de la chica) que estaba en la misma casa en construcción y dijeron no haber escuchado nada extraño. Sólo atestiguaron -dijeron- que la menor se descompuso en esa ocasión y debieron asistirla.

Los hechos que rodearon a la denuncia fueron parte de otra polémica, pues la Defensa aseguró que en una comisaría la menor le dijo a una policía que todo había sido consentido y por eso no le tomaron el reclamo a su madre, supuestamente por directivas de ANIVI. Según fuentes judiciales, la mujer denunció a esos policías, pero fueron sobreseídos. Días después del hecho, la menor volvió a descomponerse, su madre recurrió al ANIVI y entonces sí le tomaron la denuncia, indicaron.