La imagen de arriba es fiel testimonio del momento que pasaron los dos operarios que resultaron heridos. "Se prendieron fuego cuando se produjo la explosión", contó una fuente policial. La ropa de los hombres eran llamaradas, que cuando corrían se avivaban con el aire. Las primeras atenciones la recibieron de parte de los vecinos, que en el intento desesperado de apagar el fuego le arrojaron agua a baldazos.
Una vez que llegaron los médicos, los heridos fueron trasladados al sector de quemados del Hospital Marcial Quiroga. Según relató a DIARIO DE CUYO la directora del nosocomio, Inés Garcés, ingresaron dos personas con distinta gravedad de lesiones.
El más grave es Fernando Suárez, de 43 años, quien tiene el 60% del cuerpo quemado, principalmente las extremidades superiores, la zona del tórax y la cara (la parte más comprometida). "Está en terapia intensiva, grave y esperamos la evolución. Casi todo el daño que tiene es del torso para arriba, la zona más delicada", dijo Garcés.
En tanto que el otro es Cristian Castro, de 34 años. Su estado general fue analizado por los profesionales y determinaron un 40% del cuerpo dañado. Cabe destacar que en un principio comunicaron que estaba comprometido el 20% de su integridad física. Pero el problema es que tiene un traumatismo severo en una de sus manos. "Lo van a operar para intentar salvarle esa extremidad", apuntó la profesional.