Todos temían que en algún momento sucediera una desgracia por lo feroces que eran los dos boxer de esa cuadra. Hasta que finalmente el presagio se hizo realidad. Los hermanitos Abril (12), Samir (11) y Úrsula (9) Albarracín, que estaban en un cumpleaños en calle Ayacucho, entre Falucho y Colombia, en Concepción, terminaron atacados por uno de esos perros, con tanta violencia que les tuvieron que hacer hasta 17 puntos a dos de ellos. Fue justo cuando la fiesta ya estaba terminando. Samir salió para llamar a su padre y de inmediato vio cómo uno de los perros se abalanzaba sobre su hermana Úrsula. Sin dudarlo, Samir se interpuso entre su hermana y el perro, pero el animal no titubeó y mordió el brazo del niño a la altura del hombro. En llanto, el niño fue arrastrado por el animal ante la mirada de los otros niños hasta que finalmente le arrancó un pedazo de músculo.
Pero eso era apenas el prefacio de una tarde de locura y caos en esa zona de Concepción, que incluiría hasta una balacera.
Alertados por los gritos, los vecinos salieron a la calle, incluyendo la dueña del animal, quien según los vecinos, no dudó en culpar a los niños. "La mujer insultaba y decía que era nuestra culpa y de los niños por lo que el perro actuaba así. Nosotros estábamos helados y veíamos cómo el perro estaba encarnizado atacando a cualquiera", dijo Florencia, una vecina.
La dueña de los animales es Liliana Vidal, una agente de la Policía de San Juan destacada en la Comisaría 2da y propietaria de dos perros raza boxer. Antes, los vecinos se habían quejado por lo agresivos y peligrosos que eran los perros, sobre todo para los niños del barrio.
Como pudo, Samir se metió en la casa de unos vecinos huyendo del animal. Pero su hermana Abril, la mayor, no tuvo la misma suerte. Intentando auxiliar a su hermano, se convirtió en el nuevo blanco del perro que se lanzó en su persecución mientras la niña intentaba escapar. Ángel Leotta, otro vecino, vio todo. "La niña empezó a correr hacia donde estaba yo y tropezó delante mío y ahí el perro le mordió las costillas", contó. Abril fue arrastrada por las fauces de animal que luego atacó su cara. La nena salvó su rostro gracias a que interpuso su brazo derecho, donde recibió otro ataque.
Sin dudarlo, el hijo de Ángel, Fabricio, intentó detener al perro a piñas y patadas, pero eso enfureció más al animal y recibió una mordida en la muñeca que le dejó 7 puntos. Su madre, Yolanda, y esposa de Ángel, también intervino y se llevó un mordisco en el antebrazo que hizo que le debieran hacer varios.
El caos se hizo cada vez mayor a medida que el animal amenazaba con morder a cualquiera que intentara meterse en su camino. Fue entonces que la dueña fue por su arma reglamentaria para detener al animal. Sin mediar palabra, y a una peligrosa distancia, Vidal efectuó dos disparos, dijeron los vecinos. Uno de ellos quedó incrustado en el pavimento. Sin embargo, el segundo y disparo casi desata una tragedia. Es que a la mujer policía se le cayó su arma y, producto del golpe, se disparó. Esta última bala pasó a escasos centímetros de la cabeza de Abril.
"Vi cómo el perro arrastraba a un chico por la vereda, pensé que lo iba a comer vivo".
ÁNGEL LEOTTA – Vecino del Barrio Mallea
Los vecinos dijeron que la agente tomó al perro y se lo llevó adentro de la vivienda, para no volver a salir. Entonces un vecino trasladó a los tres niños al hospital.
Samir recibió 17 puntos en su brazo izquierdo, mientras que Abril recibió 15 en su antebrazo y recibieron el alta por la noche. Raúl Albarracín, su padre, comentó a DIARIO DE CUYO que avanzará hasta las últimas consecuencias. "No pienso parar hasta que a esa mujer le quiten el arma. Ahora mis hijos andan con miedo todo el tiempo y tienen pesadillas en la noche. Esto no puede quedar así, menos si esa mujer está en la Policía", dijo indignado. Personal de la Comisaría 2da y Policía Científica se hizo presente en el lugar anoche para el levantamiento de pruebas e investigar los hechos.