Un rastrillaje telefónico que el juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo le pidió a un organismo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, fue clave para poder localizar ayer, alrededor de las 20, al presunto asesino de Myriam Morales, su expareja Mariano Valdez (43), dijeron fuentes judiciales. La mujer tenía 40 años, era madre de un adolescente y había sido asesinada de dos puntazos en el pecho el 15 de febrero pasado, en la casa de su padre en el asentamiento El Carril ubicado en Alfonso XIII, entre las calles 12 y 13, en Pocito.
Valdez estaba en la casa de su mamá en inmediaciones de Calvento y Elizondo, Rawson, y se autoagredió con un cuchillo en el pecho cuando los policías de Homicidios llegaron a meterlo preso, indicaron.
Según fuentes judiciales, la captura de este sospechoso fue posible en gran medida por la intervención telefónica que el magistrado le pidió a la Dajudeco (Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado).
A través de ese sistema que permite hacer seguimientos en simultáneo sobre la actividad telefónica de alguien, fue posible seguir el rastro de Valdez hasta poder localizarlo con precisión. Incluso a pesar de que cambió celular, indicaron.
Pero para poder capturarlo los pesquisas apelaron a un recurso que acorraló al sujeto: bloquearon por un momento su actividad por internet y así se vio obligado a hacer llamadas y usar mensajes. Y fue cuando se comunicó de esa manera que pudieron conocer su domicilio, informaron.
Myriam Morales había tenido una relación de algunos meses con Valdez, luego de separarse del padre de su hijo, con quien se uniría en matrimonio tras la ruptura con el ahora sospechoso.
Cuando los policías de Homicidios lo fueron a buscar, Valdez se autoagredió con un cuchillo
Y esa breve relación no fue de las mejores, al punto de que al término del vínculo hubo un episodio violento, en el que Valdez terminó peleándose con el marido de la víctima y con ella también. Y terminó acusado de sacar un arma para cometer amenazas contra ambos.
Pero las cosas se complicarían a niveles trágicos la mañana del viernes 15 de febrero. Ese día, como tantos otros, Myriam recorrió a pie los pocos metros que separan su casa de la de su papá, para ir a hacerle la limpieza y la comida para cuando volviera de trabajar. Fue ese hombre quien la halló muerta sobre las 12. Valdez quedó en la mira en el acto, porque un vecino lo vio salir de esa casa en la moto de la víctima.