A full. En el Pueblo Viejo se largó la pretemporada para el plantel de San Martín y el ritmo de trabajo en el arranque no fue menor. Los arqueros trabajaron diferenciado y el resto se movió a las órdenes del cuerpo técnico.

 

El 2019 ya está en marcha y con todo para San Martín. Con asistencia perfecta y mucho optimismo, el plantel que conduce Rubén Darío Forestello empezó pasadas las 9 de la mañana su primera jornada de trabajo, sabiendo que por la tarde habría otro turno. Lo más saliente pasó por la asistencia perfecta en el plantel, sin incorporaciones por el momento y sin desvinculaciones tampoco. Mientras siguen las gestiones por refuerzos, las situaciones de Pablo Magnin y de Pablo Aguilar siguen sin resolverse por lo que los dos jugadores entrenaron con el resto del grupo a la espera de alguna propuesta de otro club para seguir sus carreras.

El trabajo del plantel Verdinegro está previsto que se realice íntegramente en San Juan. Hoy y mañana trabajarán en doble turno, mientras que el domingo iniciarán la concentración. Desde el lunes próximo, el trabajo seguirá con doble turno, apuntando al debut en este nuevo año que será el 25 de enero ante Bánfield. Está previsto que los juveniles del club que serán promovidos al plantel superior entre los que está Matías Giménez, preseleccionado al Sub-20, se sumen este fin de semana.

La asistencia perfecta fue el dato saliente del primer día de pretemporada con presencias como las de Zacarías Morán, quien ya está absolutamente recuperado de su lesión, mientras que el resto de los jugadores que terminaron con dolencias la temporada, pudieron reincorporarse al trabajo sin problema alguno. El desafío de San Martín es la permanencia y en eso están enfocados todos los integrantes de plantel y cuerpo técnico. Mucha intensidad en cada trabajo, buen ambiente y una actitud que contagia marcaron el comienzo de una etapa clave para sostener la propuesta que San Martín tratará de poner en cancha con la idea de sumar puntos, ganar confianza y esquivarle al descenso. Una misión compleja pero no imposible.

 

Optimismo. Rubén Darío Forestello se mostró muy optimista en el comienzo de la pretemporada verdinegra.

 

Un sueño llamado Osorio Botello

 

Con un presupuesto corto, con mucha prolijidad para tratar de sumar refuerzos, la dirigencia de San Martín camina a una búsqueda cargada de nostalgia y recuerdos. Es que los dos nombres que suenan fuerte hoy en Concepción son los de Emanuel Dennig y ahora el de Humberto Osorio Botello. El goleador colombiano que vivió su momento de gloria ese 14 de marzo de 2013 cuando fue verdugo de Boca Juniors, está en carpeta y podría regresar al Pueblo Viejo si es que prosperan las negociaciones. Hoy, Osorio Botello es parte del plante de Aguilas Doradas de la Primera División de Colombia, con 13 goles convertidos en la actual temporada. La gran relación que sostiene con el entrenador Forestello y el grato recuerdo que dejó en San Martín podrían facilitar la concreción del regreso del artillero que luego de aquel paso por el Verdinegro estuvo en el Valladolid de España, luego pasó por el ascenso mexicano con Dorados y Tijuana. Más tarde volvió al fútbol argentino con un fugaz paso por Defensa y Justicia. En 2017 lo contrató el Independiente Santa Fe de Colombia y en el 2018 recaló en las Aguilas Doradas, donde hoy permanece. Volver al fútbol de Primera División de Argentina, reencontrarse con Forestello sabiendo lo que es San Martín, invitan a pensar que Osorio Botello podría ser jugador verdinegro otra vez.