Ayer al mediodía, trascendió la lamentable noticia de la muerte de Rocío Gancedo, quien -según se informó- se arrojó del quinto piso del edificio que habitaba. Con apenas 29 años, la joven se hizo conocida en Gran Hermano 2011, que la catapultó a la farándula. En marzo se supo de su internación voluntaria en una clínica psiquiátrica, para superar una fuerte depresión detonada por el fallecimiento de su padre. Entonces, se corrió el telón de una dura historia de vida: Rocío contó que cuando tenía 6 años, la hija de una amiga de su madre (de 16) la abusaba; y que su progenitora -que fue al lugar de la tragedia, junto a otros familiares y el psicólogo de la modelo- le dio la espalda. Tras la internación, en Intrusos, Rocío negó que aquella vez hubiera intentado suicidarse. “Si yo me hubiera intentado suicidar no estaría acá, estaría en un proceso que lleva un montón de tiempo… Eso es una locura”, dijo la joven, que se había alejado de los medios, que se acercó a la religión a través de Bernardo Stamateas, que volvió a pintar y cortó su cabello. 

Gancedo, a quien se la vinculó a algunos futbolistas y cuyo sueño era ser vedette, fue tapa de Playboy, tuvo una fugaz incursión en la revista y también en la política, en la Matanza.