"¡Suéltale!", se arengan entre sí. Terminan de vaciar un cargador y usan otro para seguir disparando. Así causó zozobra un grupo criminal venezolano en la localidad de Altagracia De Orituco (estado de Guárico), en una muestra más del nivel de armamento que ostentan las bandas delincuenciales en Venezuela.

 

 

Las imágenes corresponderían a una decena de miembros del grupo criminal del "Tren del Llano", que operan en el cerro Peña de Mota, según informó El Pitazo.

Aunque algunos medios reportaron que se trata de una muestra de poder frente a otras bandas de la zona, el portal indicó que fue un "homenaje" a dos integrantes de la banda que fueron asesinados recientemente, en otro derramamiento de sangre.

Los protagonistas del video disparan a mansalva con pistolas e incluso con rifles de asalto. Una situación distinta a la reportada en Caracas, donde disparar un arma de fuego se ha convertido en un lujo. "Si disparas un peine (cargador), estás disparando 15 dólares", comentó un pandillero en mayo a la agencia AP. "Si botas una pistola, o los policías te la quitan, estás botando 800 dólares", añadió.

El arsenal que posee este grupo, por tanto, vale una fortuna en medio de la crisis económica y de seguridad, donde cada vez más gente va a armada por temor a los crímenes. La localidad, además, está alejada de la frontera con Colombia, zona donde es más habitual ver a grupos irregulares con armas de todo tipo.

Pese al revuelo que causaron las imágenes, viralizadas este martes en redes sociales, las autoridades no se pronunciaron al respecto.

En abril, la organización FundaRedes denunció ante el Ministerio Público que más de 228 mil armas y municiones que estaban en manos de las Fuerzas Armadas han "desaparecido" de los depósitos. "Muchas de ellas han servido para la comercialización o entrega a grupos irregulares, bandas criminales, hampa común, entre otras organizaciones ilícitas", apuntó el profesor Javier Tarazona Sánchez, director de la ONG.

El surgimiento de numerosos grupos de civiles armados se ha convertido en un problema de orden público. Cada vez que hay manifestaciones, aunque sea de vecinos reclamando los suministros de gas, combustible o por la escasez de alimentos y medicinas, aparecen los llamados colectivos, quienes con armas en mano ejercen medidas de amenaza y coerción contra los manifestantes.

En su informe presentado en la ONU, la alta comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó entre sus recomendaciones el desarme y disolución de estos grupos afines al chavismo.