Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) constituyen un gran desafío para los profesionales de la salud en la actualidad, no solo por la gran diversidad y diferente magnitud de los síntomas y signos con los que se manifiestan, sino también en los contextos en que se presentan. Esta problemática emerge en diferentes grupos etarios, diversos géneros, si bien parecieran ser más frecuente en el sexo femenino, y en todos los grupos socio económicos; y por todo las diferentes formas con que el paciente busca "esconder o disfrazar’ su TCA.  

 "¡que linda que estás!!!! Estás re flaca’!!!!!…,  es una frase que manifiesta una idea social de lo que es la belleza en la actualidad; donde la delgadez es sinónimo de belleza y éxito. De esta manera los TCA, como la bulimia y la anorexia se multiplican evidenciando y advirtiendo que la relación de la persona con la comida parece ser cada vez más traumática y compleja. Pero además existen otros tipos de desórdenes alimentarios que hace un tiempo eran desconocidos o muy poco habituales y comenzaron a instalarse en l sociedad día a día. Obsesionarse con las calorías y propiedades de los alimentos, dietas extremadamente "saludables’, vivir buscando dietas milagrosas, consumir alimentos en periodos nocturnos, llegar a auto-agredirse deliberadamente para aliviar el sufrimiento sin la intención de terminar con su vida; son algunas de las tantas conductas que los especialistas advierten como peligrosas y cada vez más frecuentes, aclara el equipo de profesionales del Centro Vitta. 

 

 
 ¿Qué es un TCA?  
 
Es una enfermedad compleja que ocasiona deterioro psíquico, psicológico y nutricional. La gente con esta dolencia utiliza el control de la comida en un intento de compensar los sentimientos y emociones que de otra manera son vistos como insoportables. Para algunos, la dieta, el atracón y la purgación comienzan como una forma de lidiar con emociones dolorosas y sentirse en control con su vida, pero al final estos comportamientos dañan la salud física y emocional, la autoestima, la sensación de competitividad y control de la persona. Una de las características de quienes la padecen esto es negar la enfermedad y resistencia al cambio. Por ejemplo el paciente con anorexia es fiel a la enfermedad; mientras que los pacientes con sobrepeso y TCA se someten a la enfermedad lo que les causa sufrimiento y desmejoría en su calidad de vida. En ambos casos los pacientes temen subir de peso. 

Actualmente existen diversas clasificaciones, además de la bulimia y la anorexia. 

 
 ¿Qué daño pueden causar?  

 
Toda esta conjunción de aspectos que rodean el tratamiento de los TCA, lleva muchas veces al paciente a encontrarse en situaciones de emergencia, que conducen a la internación del paciente por diferentes causas tales como: arritmias, hemorragias digestivas, insuficiencia renal, intento de suicidio, lipotimia, convulsiones, depleción electrolítica severa, etc. Y, en consultorio externo se presenta con algunos de estos síntomas: amenorrea (falta del ciclos menstrual) gastritis, constipación, bradicardia sin causa aparente, lanugo, caída del cabello, desnutrición, otras; que incluso llevan a tener que atender primero la urgencia para después abocarse a la problemática de base. 

Es de suma importancia considerar que el entorno familiar se ve afectado, por las implicancias psiquiátricas y psicológicas del cuadro. Se produce un efecto de malestar generalizado que involucra a todos. 

 
 ¿A qué porcentaje de la población pueden afectar?  

 
Son enfermedades crónicas, complejas debido a su multicausalidad. En la Argentina una de cada veinte personas sufren TCA siendo nuestro país el segundo en el mundo con trastornos de esta índole, según la Academia Mundial de Trastornos de la Conducta Alimentaria (AED). 

"Las patologías alimentarias aumentaron en el último decenio en la Argentina puesto que la sociedad puso énfasis en la cultura de la belleza, propiciando en las personas un exagerado interés por su físico’. 
En EEUU, alrededor de 7 millones de mujeres y 1 millón de varones padecen de algún TCA.  

Si bien su inicio era en la adolescencia en la actualidad hay una mayor incidencia en que aparezcan en edades más tempranas e incluso en personas de 40, 50 o más años que los vienen arrastrando desde la infancia. Según el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), en nuestro país, la prevalencia de niños y adolescentes argentinos que padecen de sobrepeso u obesidad es del dos millones y medio. Según esta misma fuente, entre los niños en edad escolar el 12% es obeso y el 30% tiene sobrepeso. Estos datos son una señal de alarma para trabajar en la prevención de cualquier trastorno alimentario futuro. 

 
 ¿Cómo detectar un TCA?  
 

Según la AED , "los Trastornos de la Conducta Alimentaria son enfermedades mentales serias, con una morbilidad y mortalidad médica y psiquiátrica que puede poner en riesgo la vida en forma muy significativa, independientemente del peso del individuo’. La Anorexia (AN) tiene el rango de mortalidad más alto que cualquier otro trastorno psiquiátrico. El riesgo de muerte prematura es de 6 a 12 veces mayor con AN comparadas a la población general, ajustado a la edad. Pueden afectar a niños, mujeres y hombres de diferentes edades; variadas contextura física, peso y talla. "El peso no es el único indicador clínico de un trastorno, la gente con peso normal también puede padecerlo’. Es importante prestar atención a la disconformidad constante que presentan respecto de su imagen corporal (como sentirse incómodos con su aspecto físico), los sentimientos de ineficacia e incompetencia, baja autoestima, impulsividad exaltada o excesivo control, ascetismo y dificultad para las relaciones sociales, entre otros signos de cambio en el comportamiento. También los pacientes que fueron sometidos a Cirugía Bariátrica pueden padecer un TCA, las fluctuaciones del peso o la re-ganancia de peso, pueden ser un marcador potencial de los mismos, según investigaciones testeadas por AED. No se debe descartar a individuos que se encuentran por encima de su rango natural de peso, puesto que pueden estar recibiendo una nutrición incorrecta, y los pacientes dentro de su rango natural de peso pueden estar realizando prácticas poco saludable ( por ejemplo: excesiva actividad física, ayunos, etc.) para el control del peso. En los niños y adolescentes debe investigarse la posibilidad de un TCA, ante la falta de ganancia de peso o estatura esperada, y/o el retraso / interrupción del desarrollo puberal. 

 

 ¿Qué hacer ante la sospecha de un TCA?  
 

Consultar con profesionales especializados en la patología. La experiencia ha demostrado que su tratamiento requiere de un Equipo interdisciplinario conformado por psiquiatra, médico clínico, psicólogo, nutricionista y acompañante terapéutico para desarrollar programas psicoterapéuticos integrales. Las dos modalidades básicas son: tratamiento ambulatorio y hospital de día. La atención debe estar dirigida al paciente y su familia, incluyendo la orientación al entorno próximo más significativo. 

 
 ¿Cómo prevenir?  

 
Son numerosas las acciones que se están desarrollando a nivel mundial, desde campañas en los medios de comunicación hasta políticas de salud pública y legislación vigente. Es necesario que la población preste atención en este tema. 

Podemos mencionar algunos ítems: 

* No promover la creencia errónea que la delgadez es sinónimo de inteligencia y éxito. 

* Evitar considerar a la comida como buena/segura o mala/peligrosa, saludable si dice bajas calorías y no saludable si no lo dice. 

* No exacerbar los comentarios hacia la apariencia o el peso de alguien, rotulándolos como "gordos’ o "Flacos’, etc. 

* Ayudar a los niños a apreciar su propia belleza. Enseñarles a observar cómo la televisión, revistas y otros medios de comunicación promueven cuerpos delgados cómo únicos símbolos de belleza, poder y éxito; como si esto fuera verdadero. 

* Informarse acerca de los peligros de las dietas disfuncionales ya que pueden provocar irritabilidad, depresión, fatiga, preocupación excesiva por la comida, comer compulsivamente, entre otros. 

* Disfrutar de la pileta y de la ropa cómoda sin sentirse observado y/o criticado por otros. 

* No juzgar a las personas por su apariencia física, conocerlas y valorarlas por sus habilidades, actitudes, capacidades y sentimientos. 

 

 El Dato:  Centro Vitta S.R.L – Centro Integral de Trastornos Alimentarios 
Catamarca 129 (N). – Tel: 0264 – 4219977 – San Juan (Capital) 

 

Fuente: Centro Vitta