Fueron los ladridos del perro y la reacción atípica del animal metiéndose a la casa lo que sacó de la cama al joven y a su madre. Eran alrededor de las 2 de ayer. Salieron por curiosidad, porque al lado había una fiesta y no esperaban nada raro, hasta que se les aparecieron cuatro sujetos con los rostros cubiertos, cada uno con un arma: una escopeta casera ("tumbera"), un revólver, una punta y hasta un machete, blandieron entre amenazas y golpes contra el joven, hasta que lograron controlarlos, obligándolos a taparse con frazadas para que no los vieran. En los minutos siguientes, revolvieron todo hasta que se apoderaron de lo que consideraron más valioso: unos $20.500 pesos del sueldo de la dueña de casa, Margarita Gil, empleada de un geriátrico, otros $3.800 que tenía su hijo albañil en su billetera, un rotomartillo de su patrón, una amoladora, un parlante, dos celulares. Y hasta bebidas y los juguetes que había en la casa.
"Estuvieron fácil 10 minutos y sólo me golpearon a mí porque yo pensaba en la seguridad de mi sobrina de 8 años. Es la segunda vez que nos roban, con la diferencia de que en el 2018 se metieron cuando no había nadie", dijo ayer el joven, que pidió reserva de su nombre.
Todo pasó en un loteo situado frente a la Villa 12 de Octubre, detrás de la bodega "El Potro", unos 150 metros al Norte de avenida Libertador, en Alto de Sierra, Santa Lucía.
La novedad del robo causó indignación entre los vecinos, pues la mayoría aseguró haber sufrido algún saqueo o incluso un ataque a punta de arma cuando creía que todo era tranquilidad en ese lugar. "A mi casa entraron a robar y yo les aporté las grabaciones en video donde se ve quién entró, pero nunca hicieron nada", se quejó una vecina de los Gil.
Otra mujer aseguró que, tiempo atrás, la madre del concejal Marcelo Cerdera también fue víctima de un asalto a mano armada y tampoco hubo respuesta. "Es hora de que hagan algo, espero que no esperen a que pase lo peor para actuar", reclamó.