La bioingeniera sanjuanina Marcela Palavecino desarrolló un biomodelo de huesos de la pelvis y fémur para planificación quirúrgica en casos de cirugía de displasia de cadera. Los biomodelos son estructuras anatómicas impresas con el uso de impresoras 3D y tienen distinta utilidad en medicina, entre ellos sirven de apoyo en el diagnóstico de enfermedades como también en planificación quirúrgica o diseño de implantes.
Para ello, además, diseñó y construyó la guía de corte necesaria para lograr la cirugía con mayor precisión. Estas técnicas permiten construir biomodelos para otras patologías de diferentes regiones anatómicas tales así como de columna vertebral para cirugías de corrección de desviación, de arterias para colocación de stents, de huesos de la cara para cirugías maxilofaciales o de cráneo para craneoplastías en neurocirugía, entre otros.
La Fundación Favaloro en Buenos Aires y El Hospital de niños de la provincia de Córdoba fueron los pioneros y finalmente ha podido replicarse en San Juan, en el trabajo de tesina desarrollado por la bioingeniera en la Universidad Nacional de San Juan. Este trabajo ademas se ha desarrollado con el uso de software libre especializados con lo cual su implementación en centros de salud resulta menos costosa en términos económicos, a la vez que eficaz.