Una joven murió en el Hospital Sanguinetti de la ciudad de Pilar, a donde llegó con serias complicaciones de salud tras haberse realizado un aborto clandestino.
A pesar de que hay mucho hermetismo alrededor del caso, en una radio local, el director del hospital confirmó el hecho y lo relacionó con "un aborto provocado, no uno espontáneo".
Medios de Pilar informaron que, aunque las primeras versiones indicaban que se trataba de una menor de edad, la víctima tenía 30 años.
En declaraciones al programa Materia Prima, Esteban Sieling, director ejecutivo del hospital aclaró que "no tenemos permiso de los familiares para dar información, es un tema legal. Por la confidencialidad de la familia no puedo dar información".