Los altos precios de granos y soja en el mundo, la disparada de los fletes internacionales, dificultades para importar y la menor producción por complicaciones de la pandemia, están entre los principales factores que han validado aumentos inesperados y muy altos de los agroquímicos, justo cuando empieza en San Juan la temporada de mayor uso. Como la mayoría de estos productos es importada y viene a valor dólar, el combo de factores que impactan en sus movimientos a nivel mundial ha provocado que las subas de precios alcanzan incrementos de entre el 80% al 105% en el mercado local, en comparación con el mes de agosto del 2020. Superan no sólo la inflación que acumula en doce meses un alza del 51,8%, sino también el incremento del dólar oficial, que aumentó en igual periodo un 32,5%: el año pasado la divisa oficial costaba $77,25 y hoy está a $102,25. Entre los insumos más vendidos, por ejemplo el bidón de 20 litros de glifosato ronda entre los $19.000 y $21.000 según las marcas, un aumento del 75 al 84% respecto a los precios del año pasado en agosto. La bolsa de 50 kilos de urea -que es la única de producción nacional, pero imita el alza del resto de insumos agrícolas en el mercado siempre- se consigue a entre $4.300 y $4.100, cuando en el 2020 rondaba los $2.000. Este producto llega a alcanzar en algunos locales un aumento de hasta el 105%. Otro insumo de gran demanda es la bolsa de abono Triple 15 que tiene un precio actualmente de entre $3.700 y $4.000, es decir, entre el 85% y el 100% de suba respecto a los $2.000 que costaba el año pasado. En los negocios comerciales del rubro dicen que al abrirse la temporada de venta, se multiplican las quejas de los productores y empresas agrícolas que se acercan a comprar los productos. Es que en el actual escenario, deben decidir si aprovechan a comprar ahora que tiene liquidez porque están cobrando la uva y el vino que vendieron por ejemplo los viticultores, o especulan con una eventual baja en el futuro, algo que en los negocios creen improbable. En la Asociación de Viñateros Independientes creen que hay un descontrol de precios y que debe intervenir la Secretaría de Comercio nacional. Algo así sucedió en el año 2008 cuando el gobierno de Cristina Fernández puso un limite a los incrementos de precios de insumos del agro. ""Estos números nos sacan de contexto. Son subas superiores al 60% o70% en dólares. Hemos hecho la poda y si no abonamos adecuadamente los resultados no serán buenos", lamentó Ramos, quien agregó que el sector vitivinícola tiene buenas perspectivas de precios para la próxima cosecha, debido a la escasez mundial que se espera; pero la disparada de los insumos los deja descolocados. Ramos dijo que la empresas agrícolas están reprogramando tareas con sus ingenieros agrónomos a causa de los aumentos de los insumos. Agregó que la entidad apelará al Ministerio de Producción local para que los ayude a tocar a las autoridades nacionales y ponerlas al tanto del problema.
Fernando Montes, desde Agrosoluciones, dijo que ""es verdad que están carísimos", y que sus proveedores le dicen que es a causa de la inflación mundial y de una mayor demanda frente a una menor oferta. ""Los fletes han subido mucho, un contenedor de China que el año pasado costaba 3.000 dólares ahora está a 13.000 dólares", comentó. Agregó que subió el precio de la soja y eso arrastró la demanda de algunos fertilizantes y herbicidas, y también a que las fábricas chinas han tenido limitaciones en la producción por el covid. ""Con menos personal han fabricado menos". A eso se agregan las limitaciones para importar de este país, lo que favorece la especulación de los laboratorios locales. Montes dijo que la actividad en los negocios del rubro está en su apogeo, y que su consejo es comprar ahora los químicos para controlar las plagas, hongos e insectos, "porque creo que si los productores esperan más adelante, va a ser peor". Por su parte Fabián Barcelo, desde Nutrientes SA, coincidió con los mismos factores y agregó que también está impactando en un aumento de la demanda mundial de insumos para el agro, que se espera un sequía en la zona núcleo de Estados Unidos -el equivalente a la Pampa Húmeda argentina- a contraestación de este país.