¿Exequipo? Marta Ruarte (tercera desde la izquierda) trabajó con Gramajo para llegar al poder en Chimbas. Lo mismo hizo su marido, Mario Torrejón, quien fue secretario de Gobierno, pero pegó el portazo. La mujer tampoco lo descarta.

 

"Me están obligando a que me vaya del bloque", aseguró la concejal justicialista de Chimbas, Marta Lucero. La mujer señaló que luego de que su esposo, Mario Torrejón, renunciara a la Secretaría de Gobierno del municipio, viene sufriendo un "aislamiento" del oficialismo en la participación de actos oficiales y reuniones de gabinete, al punto que resaltó que hablará con el intendente Fabián Gramajo para decidir si sigue o no dentro del espacio. Su alejamiento amenaza con complicar el dominio que el jefe comunal tiene en el cuerpo legislativo, ya que no es la primera baja que sufre y lo obligaría más que nunca a depender de los votos de la oposición para aprobar sus proyectos de ordenanza.

Ante ese escenario, Gramajo puso paños fríos y señaló que habrá contención para la edil y que hablará con las autoridades del Concejo para ajustar las clavijas en materia de comunicación en el equipo oficialista. Chimbas se ha caracterizado por ser un polvorín político y la gestión del actual intendente no ha estado exenta de esas pujas. Y, por lo que se ve, tampoco ha podido contenerlas. El cuerpo legislativo suele ser la caja de resonancia de las internas partidarias. En el tablero departamental, los dirigentes peronistas vienen de diferentes agrupaciones y lineamientos, lo que alimenta las diferencias (ver Líneas …).

Al hacerse cargo del departamento, Gramajo logró meter seis de los 10 concejales. Pero con el avance de la gestión se alejaron César Luján y Norberto Ruarte. Pese a la reducción, la oposición ha acompañado las iniciativas oficiales. Ahora, si se alejara la concejal Lucero, el justicialismo necesitaría al menos dos votos opositores para empatar y que decida el presidente del cuerpo.

Es decir, una dependencia riesgosa porque los intereses políticos pueden cambiar drásticamente, sobre todo en la víspera de una campaña electoral.

En la puja con Lucero, todo se originó con la renuncia de Torrejón (esposo de la concejal) a la Secretaría de Gobierno. La mujer dijo que el intendente sospechaba que su marido le pasaba información a "gente opositora". Además, circuló la versión que trabajaba políticamente a espaldas de Gramajo. El jefe comunal desmintió esos argumentos y resaltó que Torrejón "es una gran persona" y que "fue un buen funcionario".

La concejal consideró que a raíz de la dimisión de su marido se desencadenó el aislamiento hacia ella. Y puso como ejemplo que no es tenida en cuenta en las reuniones del oficialismo, que no es invitada a los actos oficiales y que se la ignora cuando se menciona al equipo del Concejo Deliberante. En ese marco, consideró que la están empujando a abandonar el bloque y que no piensa discutir la situación con el presidente de la bancada, Franco Félix, sino con Gramajo para saber si hay algo contra ella y decidir si continúa o no en el espacio. Contrario a eso, el jefe comunal señaló que no hay ningún problema, que la relación con Lucero es "excelente", que él mismo la convocará a lo que haga falta y que hablará con las autoridades del Concejo para que la comunicación entre todos sea más fluida.

Por lo bajo en el municipio señalaron que, ante la chance de que se adelanten las elecciones locales, empiezan a surgir los celos por futuras candidaturas.
 

Inicio

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Fueron los concejales que consiguió el oficialismo en Chimbas. Tras el paso de la gestión, dos de ellos abrieron bloque propio.

 

Pedidos

Ruarte llegó a presidir el Concejo, pero se distanció de Gramajo. En su nuevo rol, presentó un informe ante el Tribunal de Cuentas dado que el municipio no presentaba los balances mensuales.

 

Líneas internas   

 

En la composición del bloque justicialista del Concejo Deliberante de Chimbas se ven las diferentes líneas internas. Según fuentes departamentales, el sector alineado con Gramajo está integrado por Ariel Rivero, Franco Félix y la propia Marta Lucero, quien ahora está atravesando una puja con el oficialismo.

Por otro lado, las fuentes vinculan a María Antonio Arredondo y César Luján con el exintendente Mario Tello. La primera sigue dentro del bloque justicialista, mientras que el segundo se distanció y abrió bloque propio. Lo mismo hizo Norberto Ruarte, quien tiene una agrupación peronista propia. Desde que se alejaron, ambos vienen siendo críticos de la gestión de Gramajo.

Por el lado de la oposición, el frente basualdista está integrado por Enrique Quintero y Carlos Firmapaz. La alianza Juntos por San Juan, que en 2015 representó al macrismo, la UCR y otros aliados, se encuentra conformada por Carlos Narváez y Raúl Tapia.

Los opositores, en mayor o menor número, vienen acompañando los proyectos oficialistas.

En el caso de las iniciativas que requieran una mayoría calificada, con siete votos, el justicialismo necesita sí o sí del apoyo de los concejales de la oposición para llegar a ese número.

 

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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018