Al final, ayer hubo competencia en la prestación del servicio de comida para el Hospital Guillermo Rawson, a diferencia de lo que ocurrió en 2019, cuando la firma gastronómica Seralico fue la única que se presentó. La empresa Servi Food también participó de la contienda y apuntó a arrebatarle a Seralico un contrato que viene manejando desde hace unos 15 años. A pesar del interés, la compañía rival tiene una parada complicada, ya que su propuesta económica es considerablemente más alta que la de la ya instalada, al punto que es casi 50 millones de pesos más cara. La definición de cuál se quedará con el servicio se tendrá que dar en las próximas semanas porque, según el pliego de licitación, la ganadora deberá realizar la entrega de los alimentos a partir del 1 de marzo y por 18 meses seguidos. Si bien se preveía que una tercera empresa se presentara a la licitación, porque compró el pliego, al final no lo hizo y el proceso se cerró con dos oferentes.

La convocatoria a firmas para que compitan por los distintos servicios que tiene el Estado es una política que comenzó a llevar adelante la gestión uñaquista. El objetivo del mecanismo es que, a través de la compulsa, la provincia consiga el mejor precio posible para un servicio determinado. El sistema no solo se ha aplicado para la comida de los hospitales, sino también para seguridad, limpieza, cobertura de seguros para los empleados estatales y proveedores de bienes, entre otros.

Sólo dos empresas se presentaron para la licitación del servicio de comida del Rawson.

Para poder seguir prestando el servicio de comida en el principal hospital de la provincia, Seralico presentó una oferta que alcanza los 489.245.288 pesos, correspondiente a unas 258.570 raciones necesarias durante el año y medio que dure el contrato. En el caso de Servi Food, la propuesta fue de 538.170.455 pesos para la misma cantidad de raciones y periodo, por lo que la diferencia entre ambos montos es de 48.925.167 pesos. Según indicaron fuentes calificadas, la propuesta de Seralico es, en promedio, un 30 por ciento más alta de lo que el Estado le venía pagando a la compañía, mientras que la de la segunda firma alcanza un aumento del 43 por ciento. Según estaba reflejado en la licitación, el presupuesto oficial alcanzaba casi los 21 millones de pesos por mes, que es el último valor que la provincia le canceló a la empresa en el mes de diciembre. Seralico presentó una oferta que supera por poco los 27 millones de pesos por ese periodo, mientras que la de Servi Food llega casi a los 30 millones de pesos por mes. Un punto clave de la licitación es el costo que calculan las empresas para preparar un alimento que contengan las calorías diarias necesarias para una persona. Un caso testigo es el del Comedor del Sector General o de Internados, que contempla almuerzo y cena. Para la primera firma, ese valor asciende a los 2.298,37 pesos, mientras que, para la segunda, es de 2.528,21 pesos, un 10 por ciento más cara.

La diferencia estimada entre los precios por cada ración de comida es de un 10 por ciento.

Si bien se trata de una empresa con trayectoria en la provincia, en 2018 Seralico estuvo en el ojo de la tormenta porque Salud Pública constató que, prestando servicio en el Hospital Mental de Zonda, preparó la comida para los pacientes con el suelo inundado de aguas servidas que brotaron tras llenarse el pozo negro. Incluso, los alimentos se sirvieron en el comedor con las mismas condiciones. Por ese hecho, las autoridades decidieron darle de baja al contrato en ese centro de salud y, tras una licitación, la firma que continuó con la entrega de alimentos fue Servi Food, la que lo hizo con un valor menor a Seralico (ver Recuadro).

 

Claves de la licitación

 

Período

Quien gane la licitación prestará el servicio de comida en el Hospital Rawson durante 18 meses, desde el 1 de marzo hasta el 31 de agosto de 2023, con la posibilidad de que el contrato se pueda extender por otro periodo más, esto es, otros 18 meses de servicio.

 

Anterior licitación

En junio de 2019 se llevó adelante la anterior licitación. Seralico fue la única empresa que se presentó. El contrato fue por seis meses, con prórrogas anuales hasta llegar a los dos años. Por la situación sanitaria, en diciembre de 2020 se decidió extender el contrato por otro año más.

 

Áreas

Son siete los servicios que deberán estar cubiertos por la empresa que gane la licitación que se dio ayer. Las áreas involucradas son: sector general, internados, pacientes hepáticos, diabéticos, niños y celíacos. La elaboración de los alimentos es específica para cada una de ellas.

 

Servicios cuestionados

 

Otros centros de salud

En 2018, Salud Pública decidió llamar a licitación otros servicios de comida que también estaban en manos de Seralico. Uno de ellos fue el grupo de siete centros sanitarios que pertenecen al nivel central, es decir, aquellos que están ubicados en distintos puntos de la provincia y que no corresponden al Hospital Rawson y al Marcial Quirga. La empresa que ganó esa licitación fue Servi Food, la que, en su momento, ofreció cobrar un 23 por ciento menos que lo que facturaba Seralico. El cambio produjo un ahorro de 11,2 millones de pesos al año en las arcas del Estado. En el mismo año, una situación similar ocurrió en el Marcial Quiroga. Salud Pública llamó a licitación y el servicio que prestaba Seralico quedó en manos de ATA, lo que también produjo un ahorro para el Estado estimado en 6.600.000 pesos al año. La cifra representó una baja del 26 por ciento sobre lo facturado por Seralico.

 

Limpieza en el Rawson

A fines de 2021, Salud lanzó la licitación para el servicio de limpieza del Hospital Rawson. Tras 16 años ininterrumpidos con la misma empresa, hubo cambio de compañía, lo que generó revuelo en el traspaso. La apertura de sobres se llevó a cabo el 18 de noviembre, en la que Prozeta tiró una propuesta por 530.492.638 pesos por el periodo comprendido desde el 1 de diciembre de 2021 al 31 de mayo de 2023, es decir, 18 meses. Por su parte, Iscot, que venía trabajando en el centro de salud y estaba con un contrato prorrogado por la pandemia, ofreció una prestación por 701.981.801 pesos, o sea, 171.489.163 pesos más que la ganadora de la licitación. Así, la oferta de Prozeta representó un ahorro de 9 millones de pesos mensuales, ya que el hospital comenzó a pagar 29 millones de pesos por mes, mientras a Iscot le implicaba un desembolso de 38 millones de pesos.