De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física implica "todos los movimientos que forman parte de la vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas". Por ende, en muchas situaciones de la vida diaria -por más que uno no lo reconozca como tal- lleva adelante una actividad física.
Sin embargo, el sedentarismo se convirtió en una de las mayores preocupaciones en la era moderna. Se estima que por año alrededor de 1,9 millones de personas mueren en el mundo a raíz de enfermedades producidas por la falta de movimiento. En Argentina, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2013, el 55,1% de la población registra bajos niveles de actividad física.
Entre los muchísimos y variados beneficios que ofrece la actividad física regular, la OMS destaca que juega un rol esencial en el equilibrio calórico y control del peso; en la reducción de riesgos de cardiopatía coronaria y ACVs; también reduce la posibilidad de contraer diabetes tipo II, cáncer de colon y de mama en la mujer; controla la hipertensión y disminuye el estrés, la depresión y la ansiedad.
"La recomendación internacional indica que los niños y niñas en edad escolar, para tener un desarrollo saludable, deben acumular al menos 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa", subrayan.