
Una humilde familia rawsina casi lo pierde todo en un incendio por un cortocircuito en un precario portafoco de un dormitorio. Sucedió el miércoles alrededor de las 22 en la Villa San Damián en Rawson, en calle Magallanes entre Fray Luis Beltrán y Colon, a metros de la plaza. Allí viven Johana Maya, una joven de 29 años que con sus trabajos de empleada doméstica aporta a su casa para poder criar a los tres chicos. Allí también viven su papá albañil Héctor Maya (58), y otros dos hijos del hombre, Mingo y Jonathan, que hacen changas para mantenerse.
La joven madre tuvo que ser trasladada al hospital Rawson por una crisis de nervios que la llevó casi al desmayo al ver el fuego consumiendo la casa.
El siniestro se produjo mientras Johana estaba en su habitación junto con sus tres hijos, cuando se inició el fuego. Los Bomberos determinarían luego que había sido un portafoco de una de las habitaciones delanteras donde hubo un cortocircuito y las llamas que pronto se extendieron a un colchón y los muebles.
La joven contó que intentaba dormirse cuando percibió el olor a quemado. Al asomarse al pasillo, vio las llamas salir de la habitación y avanzando al resto de la casa.
‘Cuando vi el fuego agarré a los niños y los saqué por el fondo porque las llamas tapaban la puerta de la calle. Luego, con los vecinos, tuvimos que hacer un agujero en el portón de adelante para poder salir‘, recordó ayer.
Una dotación de bomberos de Rawson llegó al lugar y tardó al menos una hora en controlar el siniestro. Ahora, la familia deberá sobreponerse al problema de haber quedado un poco más pobres, pues el fuego consumió camas, ropas y muebles y afectó también parte de la precaria vivienda.
