Myka Stauffer y su marido se hicieron conocidos cuando su tercer hijo llegó a la familia. El niño, al que adoptaron en un orfanato chino, llegó a la casa y rápidamente se incorporó a los videos y fotos de la influencer.
Luego de adoptar a Huxley, la mujer tuvo otros dos hijos biológicos, por lo que los videos siempre hablaban de cómo hacía una “madre de 5” para manejarse durante el día con sus niños.
Entre los seguidores de la familia, comenzó a parecer algo extraño que repentinamente el niño “desapareció” de las redes, quedando sólo en algunos videos antiguos de la cuenta de YouTube de la mujer. Cuando lo consultaron, se conoció que el pequeño ya no vivía con ellos, aunque no profundizaron al ser consultados sobre cuál había sido el motivo.
La explicación de la influencer
Luego de un mes sin compartir fotos ni videos, la mujer finalmente compartió un extenso texto desde su cuenta de Instagram, donde contó qué había sucedido. Allí indicó que el niño tenía “problemas de comportamiento que hacían muy complicada la convivencia de la familia”.
La influencer reveló que Huxley había sido entregado a otra familia para su “bienestar emocional” y aseguró que en la agencia de adopción no les habían dado todos los detalles de su salud”.
Las críticas fueron muy fuertes, e incluso los acusaron de haber lucrado con la adopción, ya que muchas personas les giraron dinero cuando decidieron adoptar. “Es extremadamente deprimente que la influencer que recaudó fondos para adoptar a un niño, y lo convirtió en su ‘marca’, haya descubierto que tenía necesidades especiales y lo sacara de su casa en secreto”, escribió la periodista Sophie Ross en Twitter.
Ante las acusaciones, Stauffer volvió a aclarar que “la nueva mamá que tiene capacitación profesional médica y encaja muy bien”. “Sé que a pesar de que él está más feliz en su nuevo hogar experimentó un trauma y lo siento, ningún adoptado merece más traumas”, se excusó la mujer.